Un grupo de más de 30 personas fue denunciado penalmente por haber participado de la usurpación de la sede del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME) de La Plata. La violenta irrupción tuvo como víctimas al apoderado del gremio, Guillermo Monte, y la interventora local, Paula Germinaro, quienes fueron agredidos físicamente antes de ser echados del lugar.

El blanco de los usurpadores fue el edificio ubicado en la avenida 1 entre 55 y 56. El ataque ocurrió el viernes al mediodía, cuando un colectivo que transportaba a los delincuentes se estacionó en las afueras de la dependencia. Según la denuncia ratificada por el apoderado, los agresores irrumpieron por los techos, golpearon a Monte y Germinaro y, hasta el momento, continuarían atrincherados en el interior de la propiedad.

Previo a que fueran agredidos por los ocupantes, Monte explicó que se encontraba con Germinaro en la sede, debido a que la interventora debía comenzar a hacerse cargo del edificio por ordenamiento del interventor judicial Julio César Simón. De hecho, constataron que el inmueble estaba en malas condiciones producto del deterioro y abandono del edificio.

“Se comprobó el estado de abandono en que se encontraban todos los despachos”, explicó el apoderado de SOEME al medio local 0221, para después agregar que el sistema de seguridad había sido desconectado y que “varias computadoras estaban en desuso”. Asimismo, indicaron que faltaba la cocina y que algunas de las ventanas estaban rotas.

El comunicado emitido por el sindicato sobre la usurpación de la sede platense (SOEME Lista Violeta)

De esta manera, el denunciante relató que “lograron violentar una ventana y unas 30 personas lograron entrar mientras otros seguían afuera”, al indicar que irrumpieron en el predio desde uno de los terrenos linderos. Una vez que los usurpadores tomaron el control, aseguró que lo habían acorralado en la planta baja y lo amenazaron de muerte.

“Te vamos a matar, te vamos a romper todo, salgan de acá, ustedes no son los dueños del sindicato”, dijo al citar los insultos que recibió en su contra antes de que fuera expulsado del edificio. De la misma forma, Montes describió que recibieron golpes de puño y patadas, a la vez que aclaró que un grupo de mujeres se encargó de agredir a Germinaro.

Frente a esto, el sindicato emitió un comunicado en repudio de los actos de violencia ocurridos e, incluso, apuntaron contra una agrupación llamada “Lealtad”. “Expresamos firmemente nuestro repudio y rechazo a estos actos de barbarie. La violencia es el arma de los incapaces”, sentenciaron.

Sin embargo, las acusaciones no solo fueron dirigidas hacia esa organización, ya que señalaron que la organización del ataque habría estado a cargo de Carlos Alinez, Juan Fernández, Paola Aguirre y Fernando Marín. Asimismo, remarcaron que “lo ocurrido el día de la fecha, lejos de ser una expresión de la voluntad de los trabajadores, se constituye en la ejecución de actos delictivos”.

Fernando Marín, uno de los principales acusados por parte de los gremialistas (Gentileza: InfoGremial)

En el caso de Marín, es reconocido por ser un dirigente de la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN) y que será juzgado por presuntos actos de corrupción que habría cometido en la Dirección General de Cultura y Educación. Además, también tendría vínculos con el dirigente platense del SOEME, Juan Fernández.

“Es evidente que estos personajes que ante la inminente derrota y falta de argumentos acuden al vandalismo”, denunciaron al indicar que desde la composición del gremio no desean volver al “pasado de dueños”. Incluso, defendieron a la nueva conducción encabezada por Leonardo Fernández.

“Nunca más compañeros/as estos hechos bestiales pueden repetirse, levantamos la bandera del respeto a la vida, integridad física y seguridad de todos y cada uno de nosotros”, ratificaron desde el sindicato al tildar a los responsables de “cobardes”. No obstante, afirmaron que esperarán que la Justicia ordene el desalojo de los sindicados lo antes posible.