Este jueves a la noche fue baleado el Jardín de Infantes Nº 209 "Noemí Fontana", ubicado en Felipe Moré al 2300, en la zona sudoeste de Rosario. En el lugar dejaron una nota con un mensaje intimidatorio, según declararon las autoridades del establecimiento educativo. El contenido de la nota no trascendió.

El ataque se registró alrededor de las 23 y causó conmoción entre los vecinos del barrio. Fuentes oficiales indicaron que la directora del jardín de infantes declaró que se efectuaron varios disparos de arma de fuego y que los autores de las detonaciones dejaron dentro del establecimiento un papel con un mensaje amenazante.

Según el relato de testigos del tiroteo, los disparos fueron efectuados por dos o tres jóvenes que pasaron caminando por el lugar y que, tras realizar el ataque y dejar la amenaza escrita, se dieron a la fuga. Los investigadores pidieron que se releven las cámaras de videovigilancia de la zona para identificar a los autores de los balazos.

Cinco impactos de bala

Personal de Gendarmería Nacional se presentó en el lugar y acordonó la zona para preservar la escena del crimen. Personal del gabinete criminalístico de la Policía de Investigaciones (PDI) realizó el relevamiento del lugar y habría detectado signos de al menos cinco impactos de bala que dieron sobre el frente de la institución educativa.

Una vecina del lugar le contó a LT8 que anoche, cuando ya era más de las diez y media la noche, su nieto había salido a la calle para ir hasta un kiosco de la zona y "vio a dos o tres individuos que balearon el jardín y salieron corriendo hacia la cortada Aguilar. Iban caminando y cuando dispararon salieron corriendo, en total serían entre 4 y 5 chicos, no había personas grandes", precisó la mujer.

La testigo remarcó que "nunca ocurrió" un hecho similar contra el jardín de infantes ni contra la Escuela Pizurno, ubicada a pocos metros. "Tengo 56 años y vivo acá desde que nací. Nunca pasó esto. El barrio estaba tranquilo porque bajaron dos búnker entre Cerrito, Riobamba y La Paz, y a partir de eso hubo mucha tranquilidad. Anoche escuchamos cuatro o cinco disparos, pero no salimos a la calle", agregó.

Cuando faltaba poco para que se inicien las actividades en el jardín de infantes un patrullero de la policía provincial permanecía estacionado frente al edificio escolar y así iba a estar al menos hasta el ingreso de los alumnos. Unos 150 chicos concurren todos los días a esa institución y las clases se dictarán en forma normal.