El viernes, un día después de que un incendio arrasó un complejo residencial en la ciudad española de Valencia y ha dejado al menos a nueve personas muertas y 14 desaparecidas, se temía que esas cifras pudieran aumentar, ya que las altas temperaturas en el interior de la estructura carbonizada impidieron en un inicio a los trabajadores de emergencia buscar en el interior.

Los bomberos y la policía acudieron rápidamente al lugar de los hechos poco después de las 5:30 p. m. del jueves, cuando en media hora el fuego envolvió por completo el par de edificios, uno de los cuales tenía 14 plantas.

El complejo, formado por dos bloques de torres con un total de 138 apartamentos, se levantó durante el auge de la construcción en España a mediados de la década de 2000, explicó en una entrevista Luis Sendra, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana.

Los bomberos pudieron entrar en el complejo hacia el mediodía del viernes, y la policía nacional, cuyos agentes científicos están llevando a cabo una investigación sobre el incendio, entró a los edificios bien entrada la tarde.

Sendra dijo que tendrían que esperar a que las estructuras se enfriaran para poder determinar los materiales exactos utilizados en su revestimiento. Dijo que los huecos entre las capas de lo que parecían ser láminas de aluminio y poliuretano podrían haber servido de chimenea y facilitado la propagación de las llamas.

"Es pronto para saber la causa exacta", dijo Sendra. "Pero por la rapidez con que se extendió, podría haber mucha similitud con Grenfell en Londres".

Setenta y dos personas murieron en ese incendio, que consumió un edificio de apartamentos de gran altura en el oeste de Londres en 2017. En ese edificio se habían utilizado materiales inflamables en los paneles conocidos como revestimiento, lo que aceleró la propagación del fuego.

Sendra también declaró a los medios de comunicación españoles que, aunque el uso de aluminio en las fachadas de los edificios estaba permitido por la normativa de construcción española, el uso de poliuretano como aislante no estaba permitido.

Esther Puchades, la vicepresidenta del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia, dijo en un comunicado que "todos los indicios apuntaban al poliuretano como el causante de la voracidad de las llamas y el color del humo".

Un comunicado del colegio señaló que algunos de los materiales de la fachada de los edificios contenían plástico que se incendió rápidamente, pero dijo: "No podemos asegurar que sea un material en concreto hasta que no acabe la investigación".

Pep Benlloch, presidente de la asociación de vecinos de la zona, dijo en una entrevista en Antena 3 de televisión que en el complejo vivían muchos extranjeros, incluidos ucranianos, pero que en un principio había estado vacío durante mucho tiempo debido a los precios prohibitivos.

La policía y el Ayuntamiento dijeron que por el momento no podían confirmar cuántos de los apartamentos estaban habitados.

El jueves por la tarde se podían ver nubes de humo negro en la mayor parte de la ciudad, la tercera de España, mientras el incendio se prolongaba durante cuatro horas.

En una rueda de prensa celebrada el viernes por la mañana, Carlos Mazón, presidente del gobierno regional, anunció un periodo de luto de tres días. Dijo que siete bomberos habían resultado heridos en el incendio.

Los bomberos pudieron evacuar a algunos residentes mientras el fuego ardía. Las dramáticas imágenes aparecidas en los medios de comunicación españoles mostraban a un bombero saltando desde el séptimo piso a una colchoneta de seguridad en el suelo. Dos residentes también fueron rescatados de un balcón tras quedar atrapados por las llamas.

Un hombre de 67 años que solo dio su nombre de pila, Pep, dijo a los medios de comunicación españoles el viernes que había salido de su apartamento en el complejo con su esposa poco después de que se declarara el incendio.

"Cogí la cartera, el móvil, y logré salir del infierno", dijo el hombre, vestido con pijama y chaqueta, desde el exterior del hotel donde ha sido alojado temporalmente.

Dijo que muchos de los residentes de los edificios trabajaban en dos hospitales cercanos, y que una familia con dos bebés no había sido localizada.

La policía bloqueó las carreteras de la zona para despejar el acceso a los bomberos y evitar lesiones por la caída de trozos de material en llamas. Los taxistas locales también hicieron fila para ofrecer transporte gratuito a los residentes que huían hacia los hoteles que se estaban utilizando como refugios temporales.

El gobierno municipal de Valencia informó en un comunicado de que se había instalado un punto de socorro en un edificio cercano para ofrecer apoyo práctico y psicológico a los residentes sobrevivientes. Otro punto de encuentro ofrecía información y apoyo a los familiares de los desaparecidos.

El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, visitó el viernes la zona de la catástrofe, dio las gracias a los trabajadores de emergencias y ofreció "solidaridad y afecto" a las familias de los desaparecidos y a quienes habían perdido sus hogares en lo que describió como una "tragedia".

"La prioridad es la búsqueda de víctimas", dijo.