El dicho reza "Más vale tarde que nunca" y bien puede aplicarse a este presente de Unión y la convocatoria que realizó de manera oficial el presidente de Unión Luis Spahn. Y es que este miércoles por la noche y a través de sus redes sociales, el club rojiblanco informó sobre la reunión que se llevará a cabo la próxima semana entre el oficialismo y la oposición (Agrupaciones Tate Campeón, Más Unión y Glorioso 89).

Cercado por los malos resultados y los duros cuestionamientos que viene sufriendo su gestión, Spahn tomó la decisión de abrir el juego, algo que se le pedía desde hace mucho tiempo. Debió hacerlo antes, pero de todos modos es saludable que finalmente lo haya decidido. La sensación es que lo hace más por obligación que por convicción, pero a esta altura eso poco importa.

Lo concreto es que Spahn estará cara a cara con los referentes de la oposición y ese diálogo tiene que servir para pacificar el contexto. Los insultos, los aprietes y las pintadas no hacen otra cosa que abonar un clima demasiado candente. La reunión se llevará a cabo el jueves próximo, ya que algunos referentes de las distintas agrupaciones no estaban esta semana en Santa Fe.

Está claro que el cónclave entre Spahn y la oposición, no hará que Unión juegue mejor, o que Thiago Vecino y Junior Marabel hagan un gol. Pero sin dudas que es un paso adelante para acercar las partes y comenzar un diálogo, algo que hasta el momento no existe. De hecho, en los últimos tiempos, las palabras cruzadas fueron realmente muy duras entre ambas partes.

Este momento que atraviesa Unión requiere de una dosis importante de racionalidad. Dejar de la lado la pirotecnia verbal e intentar conciliar posiciones para buscarle una salida a la crisis deportiva e institucional. Spahn fue reelecto hace un año y le quedan dos más de mandato, por lo cual esta escalada de violencia que se vive en el día a día no es saludable ni sostenible en el tiempo.

Una foto entre el oficialismo y la oposición puede ser una imagen que ayude a calmar las aguas, pero sería bueno que no se trate solo de un gesto para la tribuna. Y que todos los actores bajen un cambio. La comisión directiva haciendo una autocrítica importante y permitiendo escuchar otras voces y la oposición dejando de lado por un momento las frases altisonantes para confluir en un mensaje conciliador.