Miguel Russo monitorea el movimiento de sus dirigidos en medio del entrenamiento en el predio de Arroyo Seco.

Para Central no será el inicio de una semana más, será el inicio de la semana previa a un partido que determinará el semblante con el que el equipo de Miguel Angel Russo llegará ni más ni menos que al clásico frente a Newell’s (por la 10ª fecha). Corresponde que nadie quiera hacer referencia a ese partido en el Coloso, pero no hay nadie por estos días que no sienta que lo que resulte del choque con el lobo tendrá un impacto desde lo emocional para lo que viene. Por eso la importancia del trabajo que haga Russo durante los próximos días, en el intento de dar en la tecla respecto al equipo que pondrá en cancha el próximo viernes (a las 19), en el Gigante de Arroyito.

“Estoy contento y no pienso en el clásico”, declaró Russo tras la importante victoria que logró Central en cancha de Huracán. Una declaración lógica de parte del entrenador canalla, para quien desde este lunes habrá un duro trabajo por delante.

Russo y su cuerpo técnico comenzarán la cuenta regresiva para determinar qué tipo de partido plantearán contra Gimnasia, sobre todo desde lo táctico. Es que el canalla viene de reestrenar el sistema con tres centrales en el fondo (un formato de equipo similar al de las dos primeras fechas), que tan buenos resultado le dio.

Desde estas páginas se escribió al respecto hace algunos días sobre que Huracán de visitante no será lo mismo que Gimnasia de local y en ese aspecto se centra, al menos hacia afuera, el gran interrogante, sobre si habrá respaldo hacia el esquema y los nombres o si meterá un golpe de timón.

Los futbolistas de Central celebran uno de los tantos en el Ducó, donde el canalla logró su primer triunfo de visitante en el torneo. Celina Mutti Lovera / La Capital

De acuerdo a como siempre se manejó Russo, y lo que está haciendo en este torneo no es la excepción, parece haber muchas más chances de que repita equipo a que realice alguna modificación, pero seguramente habrá que esperar hasta el día del partido. Por allí considera que el rival de turno amerita algo distinto.

Pero independientemente del sistema y de los nombres propios, en Central saben que el partido contra Gimnasia tiene una importancia suprema. Lo primario será sumar de a tres, ya que de esa forma el equipo se mantendría en el lote de arriba de la tabla de posiciones. Pero hay algo un poquito más allá y ese algo es nada menos que el clásico.

Y se sabe, no es lo mismo llegar al partido ante el eterno rival montado en la alegría de un triunfo que sometido a la desilusión de una derrota, más allá de que, como suele decirse, esos 90 minutos suelen ser un partido aparte.

El entorno mismo le hará sentir al equipo que lo primordial es Gimnasia, pero lo verdaderamente importante es el clásico. Por eso, para aquello que vendrá dentro de varios días más será clave cómo resulten las cosas el viernes por la noche.

Ahora, no todo ocurrirá por arte de magia, sino que el equipo deberá estar a la altura desde lo futbolístico y parecerse lo más posible al equipo del primer tiempo en Parque Patricios. Y allí otro desafío en puerta, el de recuperar esa cuota de fortaleza como local que se escabulló de las manos en el encuentro ante Unión.

Campaz tuvo que salir en el entretiempo ante Huracán, pero ya está recuperado. En Central esperan mucho más del colombiano. Celina Mutti Lovera / La Capital

Hasta aquí poco más se le puede pedir a este Central de Russo en cuanto a resultados en el Gigante, donde metió un arranque con nueve puntos sobre nueve posibles, pero lo más reciente es ese empate frente al tatengue en el que la versión del canalla fue de las más endebles, al menos en Arroyito.

Como a este Central no le sobra nada desde lo futbolístico, no le será conveniente intentar mirar mucho más allá de lo que le da la vista. Esto es, poner el foco en Newell’s podría generarle cierta distracción, por mínima que sea, y hacerle perder el foco de lo que será el choque contra Gimnasia y Esgrima La Plata. Pero a nadie escapa que el resultado del viernes marcará a fuego el estado de ánimo con el que el equipo encarará lo que llegará de manera inmediata.