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Deportes 09.02.2023

LeBron James ya es leyenda: su historia

Tras una jornada histórica, el jugador de Los Ángeles Lakers destronó la extraordinaria marca de Kareem Abdul-Jabbar y a los 38 años escribió otra página dorada. Leyenda.

Fuente: TN

Con apenas cinco años LeBron James estaba sentado en la cocina de su casa de Akron, al sur de Cleveland, frente a un plato de comida. En su cara había odio. Empezaba a ser consciente de lo que ocurría en su familia y no entendía cómo su padre se había atrevido a abandonarlo. Gloria James, su madre, se había hecho cargo sola desde su nacimiento. Lo tuvo a los 16, cuando apenas era una adolescente, y desde entonces todo fue día a día para sobrevivir.

“Nunca tuve una relación con él y, como niño, eso siempre me frustraba. Estaba enojado con mi padre por no estar conmigo. Ahora, ya como un hombre maduro, lo pienso y creo que no debí enojarme tanto. Yo no sabía por lo que estaba pasando mi padre en ese momento. Crecer me dio otra perspectiva”, contó en 2011, en una extensa entrevista con ESPN. Anthony McClelland, su padre, tenía serios problemas con el alcohol.

El perfil de LeBron James se forjó en un clima difícil y su futuro coqueteó con la deriva durante varios momentos. Incansable luchador, cargado de talento, se abrió camino en el deporte a fuerza de una combinación explosiva: esfuerzo y capacidad.

Al principio fue su vía de escape, hoy, a los 38 años, es su forma de vida, el motivo que lo llevó a la cima del mundo. Es el hombre récord de la NBA.

Es que en la noche de Los Ángeles, LeBron James se convirtió en el máximo anotador histórico de la NBA. Lo consiguió en el partido de los Lakers ante Oklahoma City Thunder y dejó en el camino la marca de otra leyenda del básquet, Kareem Abdul-Jabbar, que estaba en lo más alto con 38.387 puntos en su carrera.

 

 

 

 

 

LeBron James en su ritual habitual previo a los partidos de su equipo en la NBA (Foto: AP Foto/Jae C. Hong).

A Lebron James, de 38 años, no le pesa su edad. “Un poco me sorprendo. Salto a la pista y supero a chicos de 21 años, salto más que chicos de 23 años. Me siento muy bien por cómo estoy jugando, no solo a nivel físico sino también mental. Estoy mejor ahora que hace diez o incluso quince años”, dice cada vez que le preguntan. Y no miente: en las estadísticas está todo.

De una infancia muy dura en Akron a la cima del básquet

El recuerdo de una infancia muy dura ahora suena lejano, pero forma parte de su ADN, su manera de sobreponerse a los problemas. Su personalidad está atada a esos primeros años. LeBron creció con una preocupación: temía que a su madre le pasara algo y que no pudiera regresar a su casa.

Con serios problemas económicos, LeBron y Gloria James tenían el apoyo económico de su abuela, que muchas veces era el principal sostén. Con poco dinero, durante momentos nulo, la madre de Gloria los protegía, les permitía mantenerse a flote. Pero una mañana de Navidad su abuela materna murió.

LeBron y su madre quedaron a la deriva, más que nunca. Gloria sacó fuerzas de donde no imaginaba y salieron adelante. Pero la realidad era hostil. Había días en que solo podían tener una comida. Iban de casa en casa, sin lugar fijo, siempre en barrios marginales.

La inestabilidad en la vida de James lo llevó a descuidar sus estudios. El coach Frank Walker, padre de su amigo y compañero de equipo Frankie Walker Jr., fue fundamental en su crecimiento. Se ofreció a llevarlo a vivir durante cada semana junto a su familia, hasta que Gloria lograra resolver su situación. Todos entendieron que era lo mejor. Así fue durante tres años.

Fue el propio Walker quien le enseñó los conceptos fundamentales del básquet. Le marcó el punto de partida de un recorrido que alcanzaría niveles inimaginables.

 

 

 

 

 

LeBron James tuvo una infancia muy dura, pero salió adelante con la ayuda de su madre (Foto: LeBron James).

Un fragmento del libro LeBron James: The Making of an MVP es esclarecedor: “Me hacían levantarme todos los días e ir a la escuela. Ser parte de una familia, un entorno de mamá y papá... tenías un hermano y dos hermanas. Fue una experiencia increíble para mí a una edad temprana. Me abrió los ojos para convertirme en lo que soy hoy, por qué actúo como soy hoy”.

Con menos de diez años, James era un chico con preocupaciones de adulto. Encontró en el deporte, primero en el fútbol americano -donde muchos le veían un futuro también promisorio- y luego en el básquet, una manera de construir su destino.

Un destino solo reservado para titanes como él. Dueño de cuatro anillos de la NBA, por sus títulos con Miami Heat (2012-2013), Cleveland Cavaliers (2016) y Los Ángeles Lakers (2020), James acaba de conquistar una marca histórica.

“Creo que es uno de los récords más grandes en el deporte en general”, apuntaba antes de alcanzar semejante cifra. “Creo que está ahí con el récord de ‘home run’ en béisbol. Es uno de esos récords que no ves o crees que se vaya a romper. Ves a tipos como Hank Aaron, que lo tuvo durante tanto tiempo. Y luego ves a tipos como Sammy Sosa o Mark McGwire que empiezan a subir y es como: ‘Oh, esto podría suceder’”, añadía.

Un sueño que nació en Akron, una ciudad de Ohio, y que se hizo realidad. Desde este martes por la noche, la madrugada del miércoles de la Argentina, LeBron es el dueño de un récord colosal, con números de otra época.

El día que LeBron James le agradeció a su padre por no haber estado

En un posteo en su cuenta de Instagram, en febrero de 2014, James compartió una frase sobre su infancia y su padre: “Padre, sabes una cosa, no te conozco, no tengo ni idea de quién eres, pero tú eres parte de la razón que ha hecho que sea quien soy hoy en día. El combustible que me proporcionó tu ausencia es parte de la razón por la que crecí para convertirme en quien soy”.

Y agregaba: “Es parte de la razón por la que quiero estar presente en todos mis retos... Estoy en una posición que permite crecer a la gente que me rodea, eso quizá no hubiera sido posible si hubiera tenido padre y madre, dos hermanas, un perro y una valla blanca, ¿te das cuenta? Gracias por todo. Podría haber dicho por qué no estuviste conmigo, pero mira lo que hice de mí”. Miren lo que hizo de él.

 

“Usted es libre para hacer sus elecciones, pero es prisionero de las consecuencias ”

Pablo Neruda