El sistema inmunitario es la parte del organismo que va a defenderlo de posibles virus o bacterias. En ocasiones puede ocurrir que las defensas fallen y en vez de proteger al cuerpo, ataquen a todas las células sanas.

Este tipo de enfermedades o afecciones son conocidas como autoinmunes. A día de hoy no se saben a ciencia cierta los motivos, pero puede deberse a la confusión que sufre el sistema inmune frente a la acción de determinados agentes externos como los virus o las bacterias.

Suelen ser hereditarias, darse a los 30 o 40 años y son más habituales en las mujeres. En la mayoría de las ocasiones, el diagnostico suele ser complicado ya que sus síntomas son confundidos con otras afecciones populares como es el caso de un resfriado. A continuación, los trastornos autoinmunes más habituales y los mejores tratamientos para combatirlos. .

Diabetes tipo I

Se produce porque el sistema inmune ataca a las células encargadas de producir insulina. Sin dicha insulina en el cuerpo hay un exceso de glucosa en la sangre provocando que sufra diabetes de tipo I. Puede darse desde la infancia y solo se trata inyectando insulina en el organismo y limitando la ingesta de azúcar.

Celiaquía

En este tipo de trastorno el sistema inmune ataca al intestino delgado. A causa de esto, el organismo no es capaz de asimilar el gluten presente en numerosos alimentos. Una persona que sufre tal intolerancia al gluten puede manifestar una serie de síntomas claros ante su ingesta: fuerte dolor abdominal y un cansancio extremo. A la hora de tratarla, basta con evitar ingerir gluten.

Lupus

Suele afectar de manera principal a la piel y a las articulaciones. Es muy difícil de diagnosticar ya que sus síntomas son muy variados y pueden confundirse con otro tipo de afecciones. Sin embargo hay un síntoma bastante característico que puede ayudar a diferenciarlo de otras enfermedades. Es lo que se conoce como alas de mariposa y consiste en el color rojo que sufren algunas zonas del rostro como es el caso de la nariz.

Reuma

Ataca a las articulaciones del cuerpo, la persona empieza por sufrir cierto dolor en las articulaciones además de una fatiga importante. Las articulaciones más perjudicadas suelen ser las muñecas o las rodillas. Con el paso del tiempo el dolor se hace mucho más intenso y comienzan a limitarse ciertos movimientos como el andar o el poder girar las muñecas para levantar peso o escribir. El mejor tratamiento posible se hace a base de antiinflamatorios y corticoides.

Estas son algunas de las más comunes aunque también existen otras como la psoriasis que consiste en una lesión importante en la piel o trastornos que afectan a la tiroides. En tales casos lo más importante es realizar un diagnóstico lo más fiable posible y a partir de ahí comenzar un tratamiento adecuado.