Para muchas personas, la llegada de los días fríos es sinónimo de comidas calóricas y porciones abundantes, lo que se traduce en kilos extras en la balanza. Sin embargo, muchas veces estas conductas están basadas en mitos y hábitos poco saludables. A continuación, algunos tips alimentarios para estar bien nutridos aún en invierno:

* No es cierto que durante los días fríos hay que ingerir mayor cantidad de calorías para mantener el calor corporal. Para lograr esto alcanza con que las preparaciones sean calientes: sopas, caldos, cazuelas de vegetales, guisos ligeros con verduras, pasteles de verduras, son solo algunas de las opciones.

* Comer caliente también es aplicable para las frutas: por ejemplo, peras o manzanas cocidas al horno, al microondas, o en compotas.

* Además, las comidas pueden acompañarse con infusiones para aportar más calor a nuestro cuerpo.

* Optar siempre por los productos de estación como acelga, apio, berro, brócoli, remolacha, zanahoria, zapallos y calabazas. Entre las frutas, conviene bananas, mandarinas, manzanas, naranja, pomelo, palta.

* Dos o tres veces por semana se puede incorporar legumbres, pastas y arroz, idealmente en su versión integral.

* Si más allá de las comidas calientes continuamos con frío, podemos recurrir a otras opciones para regular el “termómetro” de nuestro cuerpo como abrigarnos más, calefaccionar el ambiente o darse una ducha de agua caliente.

* Por otro lado, es importante hacer algún tipo de actividad física. Como en los días fríos, solemos movernos menos y estar más sedentarios, si ingerimos mayor número de calorías, esto va a repercutir en el número en la balanza.