El tenista argentino Nicolás Kicker volvió a competir en febrero pasado después de cumplir una suspensión de dos años y ocho meses por arreglo de partidos (el castigo original era de tres años). Sin ranking, la pre-qualy del ATP de Buenos Aires fue su primer desafío en 988 días. Desde entonces, actuó en el Córdoba Open (perdió en la 1ª ronda), en la qualy del Argentina Open y del ATP de Santiago (en ambos cayó en la 3ª rueda) y en el Challenger de la capital chilena (perdió en cuartos de final). El último domingo, en Villa María, Córdoba, logró el título en el M15 (ex Future). Pese a que las imágenes en vivo de los partidos del certamen se transmitieron por streaming en la web oficial de la Federación Internacional de Tenis, que gestiona los torneos de esa categoría, el servicio no se brindó en la final. La razón, más allá de haber cumplido el castigo, estuvo vinculada al pasado de Kicker.

“Cualquier jugador que haya sido sancionado por corrupción relacionada con apuestas se incorpora en una Lista de Gestión de Riesgos (RML en sus siglas en inglés) que impide que sus partidos en los torneos de tenis profesionales de la ITF, incluido el World Tennis Tour, se transmitan en vivo o los datos se ofrezcan para apuestas”, le comunicó la Federación Internacional a LA NACION.

La entidad, con sede en Roehampton, Londres, prosiguió: “La RML ha estado en vigor desde 2018 y es una de las varias medidas rigurosamente probadas implementadas en colaboración con Sportradar [NdR: una multinacional con sede en Suiza que recopila/analiza datos deportivos, genera el streaming y brinda su servicio a las casas de apuestas -con un sistema de detección de fraudes-, medios y federaciones deportivas, como a la ITF] y aplicadas a las competiciones de la ITF para mantener los más altos estándares de integridad”.

Camilo Ugo Carabelli y Nicolás Kicker antes de la final del M15 de Villa María, el domingo pasado; el match no se transmitió por streaming ya que el último está en una Lista de Gestión de Riesgos de la ITF. @legionsudam/@aatenis

Ante la repregunta sobre si esa decisión también caería sobre Kicker (y los otros tenistas que integran la Lista de Gestión de Riesgos) en caso de que jugara la Copa Davis o los Grand Slam, teniendo en cuenta que son eventos bajo la estructura de la ITF, la entidad aclaró que no, ya que sólo “administra su circuito profesional” y que, para esos casos, cada Grand Slam es el que decide.

Durante la semana del torneo disputado en el Sport Social Club de Villa María, ninguno de los partidos de Kicker fueron transmitidos por streaming (el 78° del ranking mundial en 2017 entró en el cuadro principal luego de superar tres encuentros de la qualy). Al principio, a algunos no les llamó la atención y creyeron que se trataba de un problema en la generación de la señal. Sin embargo, cuando el domingo por la mañana sí se transmitió la final femenina del W25, en el mismo club, entre la brasileña Beatriz Haddad Maia y la británica Francesca Jones, y luego no se transmitió la definición masculina en la que Kicker venció a Camilo Ugo Carabelli por 6-3 y 6-4, ya se entendió que no era casual. Para el entorno y el equipo de Kicker fue una sorpresa; para los organizadores del torneo, también.

Nicolás Kicker, campeón del M15 de Villa María, Córdoba; reapareció en el tour en febrero pasado tras dos años y ocho meses de suspensión.@legionsudam/@aatenis

“Nosotros hicimos un acuerdo con la municipalidad de Villa María y sólo permitimos el ingreso de cien personas en total por jornada, incluyendo los jugadores y el personal involucrado en los dos torneos -le dijo Carlos Ronco, director del certamen, a LA NACION-. Por eso, en la semana, la gente y los socios del club estaban muy contentos por ver los partidos en la computadora por streaming. En los partidos de Kicker pensamos que se había producido algún error técnico, pero después de la final nos empezaron a escribir desde afuera del club, nos enteramos de que en realidad no era algo técnico y no nos gustó, nos generó un sabor amargo porque no tenemos muchas posibilidades de hacer eventos y este Future mixto era importante para la difusión. Salió todo bárbaro, hicimos como 600 hisopados en total, pero la del streaming fue una nota amarga. Queríamos mostrar nuestro club en la final”.

Ronco añadió que no recibieron comunicación de la ITF sobre los partidos de Kicker, que él mismo se encargó de hacer la programación de cada jornada junto con Pablo Del Gobbo (Supervisor de la ITF) y que allí tampoco fue advertido. Actualmente, Kicker es 701° del ranking ATP.

Nicolás Kicker, tras ganar el título en Villa María, charlando con su padre, Ricardo, quien le enseñó a jugar al tenis y volvió a acompañarlo a un torneo. @legionsudam/@aatenis

Eddie Fiumara, coordinador del Circuito Dove Men+Care Legión Sudamericana (los torneos de Villa María pertenecieron a este tour ideado por el ex jugador Horacio De la Peña), también reconoció su sorpresa por la falta de streaming. “Nos hubiese gustado que pasaran la final, claro, pero no conocemos la reglamentación. Si es para cuidarlo al jugador, no me parece mal. Ahora, si el motivo es solamente por el castigo o por algún tipo de cercenamiento, no. Todo que sea difusión de tenis es lo que nos interesa y eso buscamos con este circuito. Si hay alguna cuestión interna y reglamentaria nos excede. Queremos que los chicos puedan competir”, le comentó Fiumara a LA NACION.

Al margen, para Kicker se trató de una semana especial, no sólo porque fue campeón de un torneo por primera vez tras cumplir la sanción impuesta en 2018 por la ex Unidad de Integridad del Tenis, actual Agencia Internacional de Integridad del Tenis [NdR: en un primer momento dijo ser inocente y evaluó apelar ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo, pero estaba faltando a la verdad, las pruebas en su contra eran contundentes y reconoció su culpabilidad ante la TIU], sino porque en Córdoba estuvo acompañado por su padre, Ricardo, quien le enseñó a jugar al tenis en Merlo y lo acompañó durante todo el proceso de suspensión.

Kicker cometió un grave error en su carrera, pero cumplió con el castigo; hoy, a los 28 años, quiere mirar hacia adelante.