Colón no pudo en la final de la Copa Sudamericana y cayó con Independiente del Valle, fue 3 a 1 en Asunción, en un partido donde primero el calor y luego la lluvia se hizo sentir, pero el diluvio de alegría y fanatismo puesto de manifiesto por los hinchas sabaleros fue notorio y su convocatoria recorrió el mundo a través de los diferentes medios de comunicación y redes sociales.

El resultado deportivo pasó a un segundo plano.

"La Nueva Olla", el estadio de Cerro Porteño en Asunción, se vistió de “rojo y negro” y propios y extraños se emocionaron al ver y escuchar a padres, hijos, abuelos, nietos, a familias enteras, al pueblo santafesino, ante la mirada atónita del extanjero, cantar al unísono el "¡Aeeaa, yo soy sabalero, aeeea, sabalero sabalero!", de Los Palmeras y el “oooh, yo soy de Colón”.

Todos los caminos se tiñeron de “rojo y negro”

La mayoría cruzó por tierra, 180 colectivos, autos, camionetas, camiones, motos, una bicicleta y en balsa, todos los caminos llevaban a una meta, todos iban a seguir una ilusión, todos querían estar donde su corazón latía más fuerte para apoyar a los jugadores que los representaría pero sobre todo para rendirle homenaje a los colores… no se pudo, no alcanzó, la estrella buscada quedó en esa final y con lágrimas en los ojos, con el grito en la garganta y la imagen del hincha de Colón desconsolado, apasionado, conmocionado por la pérdida, en Asunción quedaron por siempre en el recuerdo del pueblo paraguayo para escribir una página aparte en la historia de las finales de la Copa Sudamericana, una que en cuanto a convocatoria, a fiesta en las tribunas y en las calles, será difícil de superar.

El éxodo a Asunción quedó en la retina de todos, en la de los futboleros mucho más

Especialistas hacían memoria para tratar de recordar una movida tan espectacular como la que había generado el hincha de Colón y miraban azorados la ola de “los Negros colonistas” que, con sus historias particulares, pasando por aventuras y desventuras, hicieron de aquella final un capítulo aparte para pintar de colores e imágenes las sensaciones que provocó la “maza rojinegra”.

El “Mural del hincha sabalero”

Todo estará allí, vertido en un mural para recordar y rendir homenaje a esos 39.226 hinchas argentinos que, según Migraciones de Paraguay, nunca habían visto semejante movilización por un partido de fútbol.

Es por eso que cuando se cumpla el 9 de noviembre de 2020 el primer aniversario de aquella final, este mural les va a rendir homenaje para recordar y hacer un poco de justicia a semejante muestra de pasión y amor por una camiseta.