La fatiga es una sensación de cansancio que generalmente se experimenta tras realizar ejercicio intenso, ya sea físico o mental. Aunque otras veces puede surgir sin la necesidad de esa actividad. Puede afectar la capacidad para hacer ejercicio, concentrarse, recordar, o estar alertas, lo que puede desencadenar en irritabilidad y aislamiento.

Es importante una consulta médica para conocer el origen, ya que muchas veces puede deberse a ciertas afecciones: anemia, enfermedades del corazón, hipotiroidismo, apnea del sueño, efectos secundarios de ciertos medicamentos, depresión o ansiedad.

Algunas señales sugieren que tu fatiga puede provenir de un problema subyacente: despertar agotado, incluso después de una buena noche de sueño, no sentirte motivado para comenzar el día, ser incapaz de realizar actividades que antes disfrutabas, tener episodios repentinos de agotamiento que desaparecen y luego regresan, o dificultades para respirar.

Estas son algunas de las cosas que podés hacer para manejarla:

Controlá el estrés: es uno de los principales responsables de consumir la energía física. Niveles constantes de estrés se vinculan con problemas para dormir, lo que puede desencadenar cansancio generalizado. Para combatirlo podés optar por técnicas de relajación, recibir masajes o recostarte a leer o ver una película.

Buscá formas de relajarte: Una rutina acelerada y la imposibilidad de dedicar un poco de tiempo para relajarte puede llevar a que el cuerpo colapse, traduciéndose en una gran fatiga. Para eso se proponen técnicas de respiración o relajación para reponer energías, o simplemente hobbies que sirvan para despejar la mente.

Acondicioná los ambientes: Un buen descanso es fundamental y hacerlo en un espacio acorde es igual de importante. Un buen colchón y almohada, sábanas suaves e incluso tapones para los oídos y máscaras para los ojos, pueden ser útiles para combatir los problemas de sueño. También podés probar realizar algunos estiramientos suaves antes de dormir.

Mantenete hidratado: Para que el cuerpo funcione de manera óptima, debemos mantenernos hidratados, de lo contrario podemos sufrir bajos niveles de energía. También es común que se recurra a la cafeína para tratar la fatiga. Sin embargo, aunque esto pueda darte un impulso inicial de energía, cuando desaparezca te sentirás agotado.

Cuidá tu alimentación: Mantener una dieta equilibrada, saludable y sostenible es fundamental para alcanzar niveles de energía elevados. Se aconseja combinar carbohidratos sin refinar, con vegetales y frutas frescas y una buena dosis de fibra.

Evitá el alcohol: Es recomendable reducir o eliminar el consumo de alcohol. Esto se debe a que las bebidas alcohólicas pueden desequilibrar muchas de las funciones del organismo y deshidratarlo, lo que puede causar problemas para dormir y momentos de fatiga.