Las nuevas restricciones establecidas por el gobierno provincial para las ciudades de Santa Fe y Santo Tomé, en consenso con las respectivas autoridades municipales, suman preocupación al sector comercial. Desde la Asociación de Aristóbulo del Valle, su vicepresidenta Georgina Giay advierte que el sector viene de 26 meses en caída, y tras el leve repunte que siguió a la reapertura que se habilitó luego de la etapa más estricta de cuarentena, agosto se presentó con una baja pronunciada en las ventas. En este verdadero sube y baja (donde la baja parece desafiar todas las reglas de la lógica porque es más prolongada que el ascenso) una nueva restricción puede significar, para algunos o para muchos. una decisión irreversible con el cierre de su local como única salida.

Con todo, este sábado a media mañana no se conocía todavía la "letra chica" de las nuevas disposiciones que fueron adoptadas como una estrategia para disminuir la circulación de personas y aplanar la creciente curva de contagios por Covid-19. Sí estaba claro que los establecimientos comerciales de más de 100 metros cuadrados tenían permitida únicamente la venta online. En la Avenida el resto decidió abrió sus puertas, la mayoría desde las 10. Así lo contaba Giay quien sostuvo que "no está muy claro el decreto", conclusión a la que llegó con sus pares luego de analizar sus disposiciones hasta tarde, el viernes por la noche.

Mientras tanto, su opinión es categórica: "El comercio está muy enojado y amargado porque muchos deben estar pensando si van a volver a abrir luego de un nuevo cierre". "Por eso es la resistencia, porque 15 días es muchísimo para una actividad que ya viene en caída".

El panorama se resume así: tras más de dos años de merma en la actividad, vino el aislamiento social, preventivo y obligatorio, luego la reapertura de venta al público que significó un repunte en las ventas, más tarde el Día del Niño con más expectativas que resultados positivos y posteriormente, una caída más estrepitosa.

Las expectativas estaban puestas ahora sobre estas tres jornadas de descuentos y promociones previstas para el 16, 17 y 18 de septiembre, con el fin de impulsar la venta que alienta el cambio de temporada, sobre todo en rubros como calzados e indumentaria. Sin embargo, las medidas anunciadas este viernes por 14 días ponen en duda la materialización y efectividad de este programa en el que confluirían todas las asociaciones de calle y el Centro Comercial con el apoyo de la Municipalidad santafesina.

En definitiva, al menos en Aristóbulo del Valle, las puertas de los comercios abrieron este sábado salvo los que se encuentran comprendidos en restricciones particulares. Y la expectativa estaba puesta en las novedades que traerá el lunes, luego de un domingo que será de descanso pero difícilmente de relax.