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Información General 20.07.2020

8 consejos para enseñarles a los niños a ser ordenados

La importancia de que su mundo esté ordenado en tiempo y espacio.

Fuente: Nexofin

El orden en la vida de un niño es esencial para su correcto desarrollo, su organización y para asimilar el mundo que empieza a descubrir. Por sí solo, no es ordenado, sino al contrario, pues todo lo sacan y a veces, cuesta que vuelvan a guardar. Por eso, es fundamental establecer un orden desde sus primeros meses.

Es necesario para su aprendizaje, les ofrece seguridad y les permite organizar sus conocimientos y comprenderlos. Para ello, es necesario que su mundo esté ordenado en el tiempo y en el espacio.

Cuando hablamos del orden espacial nos referimos a la necesidad de que el entorno del niño esté en equilibrio en el sentido práctico y funcional. Las cosas deben estar dispuestas de forma sencilla para la interacción con su entorno.

El que haya un orden en el espacio donde se encuentra le va a proporcionar autonomía, y saber dónde están las cosas le ayudará a desarrollar su independencia. Para ello, los padres, establecerán un lugar en el que poner sus cosas para que pueda controlarlas, organizarlas y guardarlas de forma autónoma.

En cuanto al orden temporal, viene establecido por unos horarios y unas rutinas que debemos establecer desde pequeños. Crear un hábito en cuanto a comidas, baño, sueño, etc., es importante para su desarrollo. El saber qué va a pasar en cada momento les da seguridad. Hay que enseñarles que hay unas horas para comer, jugar, dormir, salir, y que hay que respetarlas.

A continuación algunas ideas para poner en práctica:

Proporcionarle un espacio personal

Si es hijo único, su habitación será su espacio personal. Pero si la comparte con algún hermano, tendrás que indicarle qué partes están reservadas para cada uno (armario, cama, dónde jugar y dónde guardar sus cosas). Deben respetar y cuidar las pertenencias del otro y las propias.

Tener una rutina

Para el juego, estudio, comida, higiene, etc. Como todos los días no son iguales, y luego durante el fin de semana suele haber distintos horarios, en ese aspecto sé flexible. No obstante, es importante que no se hagan cambios bruscos, porque de esta forma se desorientan.

Hacelo partícipe de las tareas de casa

Podés pedirle que colabore en aquellas tareas que creas que es capaz de realizar. Por ejemplo, darte ropa cuando tenés que tenderla, o las pinzas; ayudarte a hacer la cama, guardar sus zapatos, llevar la ropa sucia a su sitio…

Ordenar los juguetes por categorías

Dentro de su habitación, podés ordenar los juguetes y libros en los cajones dependiendo del tipo que sean. Esto le facilitará a la hora de ir a buscar un determinado juego.

Organización de su espacio para que todo esté a su alcance

Todo lo que use con frecuencia disponelo en perchas a su altura, cajones, etc. Así no tendrá que pedir ayuda cada vez que quiera algo, puesto que podrá hacerlo por sí mismo.

No amontonar juguetes

De vez en cuanto, guardá aquellos con los que ya no juega para dejar espacio a lo que sí usa, con el fin de no tenerlo todo amontonado.

Organizar la ropa

Lo más normal es que no puedas poner a su alcance toda la ropa, pero podés dejarle una parte (en un estante, un cajón, una percha…) y, así, que lo tenga a su altura para ser más independiente a la hora de vestirse.

Enseñale que antes de pasar a otra actividad tiene que recoger

Es fundamental que entienda que tiene que recoger todo lo que haya puesto por el medio para pasar a otra actividad, ya sea cenar, ver una película, salir, etc.

“Llegará el día en que una sola zanahoria, observada con los ojos nuevos, desencadenará una revolución”

Paul Cézanne, pintor francés