Aunque las condiciones actuales hagan más difícil cualquier práctica deportiva, es necesario buscar la manera de mantener los buenos hábitos durante el confinamiento. Ahora bien, ¿qué sucede en el caso de las personas con diabetes?

Una buena idea puede ser la de suscribirte a alguno de los canales que profesionales del deporte tienen en las redes sociales. O, simplemente, caminar dentro de tu casa, a ritmo constante y tomando el tiempo que te lleva la actividad, para que no sea inferior al que ya hacías.

Las actividades que se pueden hacer en casa son las mismas que tenés permitidas o que están indicadas para tu caso, pero adaptadas al interior del hogar y con los elementos que tengas. Con un elástico podés hacer desde dentro de tu hogar hasta otros de flexibilidad y elongación.

Si no tenés eso, ni pelotas u otros elementos similares, de todos modos podés hacer actividad física. Hay actividades aeróbicas como saltar la soga, trotar por toda la casa o alrededor de la mesa por ejemplo; practicar bicicleta estática, o bailar siguiendo una coreografía.

También podés ejercitar tu fuerza o resistencia con sentadillas, flexiones de brazos o zancadas. Asimismo, mejorar tu equilibrio (físico y mental) manteniéndote en un solo pie, en la posición conocida como “el ángel” o, simplemente, mantenerte de pie, durante unos dos minutos, con ambos ojos cerrados.

La de flexibilidad es otra rutina que podés llevar a cabo: yoga, pilates, streching o elongación. Todas se pueden alternar o combinar. Lo importante es mantenerte activo, ser regular y poner en marcha la creatividad.

Debés vigilar tu hidratación al momento de la ejercitación, pues estarás trabajando en un lugar cerrado. Luego de la práctica debés ventilar de manera adecuada el lugar en donde la llevaste a cabo. Sanear los espacios es fundamental. Es importante limpiar las superficies y abrir ventanas para que entre aire limpio y el sol.

Por último, es recomendable darte una ducha que retire el sudor del cuerpo para evitar enfriamientos. De igual forma, evitar extralimitarte y no ir más allá de lo que tu cuerpo puede dar.