En medio de la pandemia por coronavirus, los gestos solidarios suelen ser los más, pero en medio de esta crisis mundial, los menos también afloran, las actitudes desagradables y cobardes que dejan al descubierto una sociedad pobre de valores e ignorante.

Mariela Asselborn, es una enfermera que vive en la ciudad de Santo Tomé que fue blanco de amenazas y agresiones anónimas por parte de vecinos que, al conocer su profesión, la insultaron y le pidieron que abandone su hogar.

Fueron dos notas anónimas, la primera fue encontrada por Asselborn al lado del timbre de su casa y expresaba: “Sabemos que sos enfermera hija de puta, váyanse del barrio vos y tu hija. Nos van a contagiar a todos!!!”,para cerrar amenazante: “Vamos a juntar firmas”.

La segunda, un día después decía: “Te salieron a defender los políticos en feisbu (sic), sabemos que ustedes los chetos son la peste”.

La Mañana Oh!, conducido por el periodista Marcelo Garrido, por Cadena Oh! se comunicó con Asselborn quien expresó que la situación es “desafortunada y dolorosa” y relató: “Yo sacó a mi perra todas las mañanas, salgo y me encuentro en la parte del timbre que estaba el papel, lo leo, me causó gracia, me reí, entré, tomé el celular, le saqué una foto y la subo a las redes, hasta ese momento le resté importancia, hasta que la cosa se puso serie, hasta ese momento no estaba asustaba pero yo vivo con una nena de cuatro años”.

La trabajadora de la Salud, contó que ante la insistencia de políticos locales que se hicieron eco del hecho, radicó la denuncia en la comisaría más cercana: “Planteo la situación, me toman la denuncia-constancia, me entregan la copia y la traigo, le tomo una foto y la subo a la redes como diciendo ´mirá esto ya está en la policía´, no hay una emenaza pero me dicen que me vaya de mi casa”.

Y continuó con su relato: “A partir de ésto, una amigo vino con su pareja a buscarme para ir a su casa”.

Para finalizar, y sobre las distintas situaciones de discriminación a lo que están expuestos los trabajadores de la Salud, Asselborn reveló: “Tengo colegas al que les echaron la gotita en la cerradura para que no puedan ingresar la llave y a otros no los dejan usar el ascensor”.