Hace pocos días, Leonardo Madelón charló por radio La Red (AM 910) y en un tramo de su charla, además de reafirmar que no pudo soportar el desarme del plantel de Unión, empezó a recordar apellidos que fueron ilustres en la Avenida López y Planes.

Es que desde aquel ascenso magnífico en 2014, el rendimiento del Tate fue de menor a mayor en la máxima categoría del fútbol argentino.

Los números son tan claros como un promedio importante y dos clasificaciones consecutivas a una Copa Sudamericana.

Si uno posa la mirada en la génesis del plantel que abrió la puerta al campo internacional, la figura de Lucas Gamba sobresalía entre los más regulares de aquellas formaciones.

Con el énfasis que puso en su momento Madelón, el cuyano llegó a Santa Fe con el desafío de hacer pie en Primera y vaya si lo logró, siendo Unión la plataforma para conseguir un contrato suculento en Huracán.

Con el Tate, Gamba disputó 24 partidos y consiguió 8 goles, para luego emigrar a Huracán donde obtuvo 9 conquistas. Lejos de quedarse en Parque Patricios, la seducción llevó al delantero a fichar en Rosario Central, donde pelea por engrosar el flaco promedio con el que comenzó el conjunto rosarino.

Gamba hizo goles y los ayudó a hacer, desde la creación de la Superliga.

En lo que va de la presente temporada, que no se sabe si serán guarismos definitivos o parciales, a partir de la decisión que podrían tomar los dirigentes de dar por finalizada la Copa Superliga, Gamba sumó 3 goles en 23 presentaciones.

Si bien es respetable el promedio anotador, lo más importante para el ex-jugador de Unión es liderar el rubro de mejores asistentes en las tres temporadas de vida de Superliga.

Con 17 pases gol, a la cantidad de gritos conseguidos le suma este interesante registro que lo ubica en el peldaño superior de la tabla de asistencias, por delante de Leonardo Gil (Rosario Central) 15 y el exBoca, Cristian Pavón (14), actualmente en la MSL de Estados Unidos.