La huella de Marcelo Bielsa sigue vigente en el palmarés de Newell's con los títulos del Apertura 1990, el campeonato de esa temporada al derrotar a Boca en la Bombonera y el Clausura de 1992. Y también sigue vivo en la mente de los jugadores leprosos de aquellas épocas, que sigue contando apasionados las maneras novedosas de trabajar del Loco (que le valieron ese apodo).

Uno de ellos es Ricardo Lunari, ex volante ñubelista y actual entrenador, que en época de aislamiento por la cuarentena social obligatoria recordó la prolongada concentración a la que los sometió Bielsa en el edificio del Liceo Militar en Funes.

En una charla por videollamada con el periodista Alejandro Cachari, el también comentarista de televisión nacido en San José de la Esquina (allí pasa la cuarentena) contó cómo atraviesa el período de cuarentena y rememoró anécdotas de aquellos tiempos míticos de Marcelo Bielsa al frente de la primera división de Newell's.

Una de ellas, cuando el cuerpo técnico acondicionó un pabellón del Liceo Aeronáutico Militar de Funes para que los jugadores se concentraran ahí: piezas con dos camas, un solo televisor con cuatro canales y apenas un teléfono en la cuadra, sitio que usaron para concentrar desde junio del 90 hasta el 92. En el que llegaron a estar hasta 40 días sin salir.

"Estábamos con un objetivo en la cabeza, que era llegar de la mejor manera al partido. Y por eso la pasábamos bien. Éramos amigos, había un pool, había maquinitas para pasar el tiempo. Pero cuando había unas horas de aburrimiento, venía Marcelo con unos videos y se pasaba", dijo entre risas.

"Pero cuando queríamos salir, pedíamos un permiso y salíamos. Esa es una diferencia con lo que pasa ahora. Sí hemos estado varios días sin salir: después del campeonato '91, que veníamos últimos después de ganar el título contra Boca, estuvimos cerca de 40 días sin salir. Se hizo duro el minuto a minuto, la hora no pasaba nunca", contó. 

"Estábamos toda la semana concentrados, pero miércoles o domingo teníamos un partido y podíamos salir. Y después teníamos unas horitas para ver a la familia antes de volver. Por eso no era tan rígida", cerró.