El 14 de febrero del 2015 Reinaldo Merlo se fue de Colón en la 1ª fecha del Torneo 2015 luego de perder como visitante frente a San Lorenzo por 2-0. En la fecha siguiente asumió Javier López y se decidió respaldarlo, sin embargo dirigió hasta junio cuando se decidió reemplazarlo. Por ese entonces, el presidente era Francisco Godano, quien fue a buscar a Darío Franco quien asumió en junio del 2015.

Colón, un equipo donde los técnicos están permanentemente en la cuerda floja.

Franco dirigió a Colón hasta abril del 2016, luego de perder frente a Sarmiento de Junín y en la previa al Clásico, por ello asumió Ricardo Johansen quien se desempeñaba como entrenador de la Reserva. Johansen terminó en el banco el segundo semestre del 2016 y con la asunción de José Vignatti, llegó Paolo Montero.

Pero el uruguayo pegó el portazo en diciembre del 2016 y entonces llegó Eduardo Domínguez, siendo el ciclo más largo ya que el Barba estuvo hasta noviembre del 2018, casi dos años al frente del plantel sabalero. Había asumido en enero del 2017. Con la ida de Domínguez, Esteban Fuertes dirigió tres partidos como DT interino.

En enero del 2019 asumió el uruguayo Julio Comesaña, quien apenas duró cinco partidos al frente de Colón, en consecuencia, Pablo Bonaveri junto a Marcelo Goux se sentaron en el banco para dirigir ante Racing y un día después el 10 de marzo Pablo Lavallén tomó la conducción del plantel rojinegro.

El ciclo de Lavallén se terminó el 6 de diciembre con la derrota como local ante Aldosivi, y en la fecha siguiente una vez más Bonaveri se hizo cargo para dirigir ante Arsenal en el último encuentro del 2019. En enero del 2020 llegó Diego Osella, pero luego de siete partidos decidió renunciar debido a los malos resultados.

Diego Osella no le pudo encontrar la vuelta a Colón

Así las cosas, en cinco años pasaron 11 entrenadores por el banco de Colón, ocho de ellos fueron entrenadores oficiales como los casos de Reinaldo Merlo, Javier López, Darío Franco, Paolo Montero, Eduardo Domínguez, Julio Comesaña, Pablo Lavallén y Diego Osella, a los que habría que sumarles los interinatos de Johansen, Fuertes y Bonaveri.

Con estos cambios constantes, está claro que se hace imposible mantener un proyecto deportivo, de hecho los mejores resultados Colón los obtuvo cuando mantuvo a un DT como lo fue Eduardo Domínguez. Pero además nunca se tuvo en cuenta un perfil de entrenador. Se pasó de una corriente a otra, pegando volantazos permanentes. Nada tenía que ver el DT que se iba con el que llegaba y la consecuencia de esos errores Colón lo está pagando muy caro.