La Agencia Internacional de Energía (AIE) advirtió, que por primera vez en más de una década, habrá una caída trimestral en la demanda de crudo.

En los primeros tres meses de 2020, habrá un recorte de 435.000 barriles por día con relación al mismo período del año pasado. Se trata de ajuste de un nivel que no se veía desde la crisis mundial de 2008 y 2009.

Durante el año, la demanda se iría recuperando y la AIE prevé un aumento de 835.000 barriles por día en 2019, 365.000 menos que en su primera estimación, y la expansión más acotada desde 2011. La misma tendencia había marcado recientemente la Opep aunque prevé una reducción menos significativa. En este contexto, no sorprende la caída que viene registrando la cotización del crudo en las últimas semanas, que la Opep podría intentar detener con nuevos recortes a la producción.

Para Argentina, una baja del petróleo es una buena noticia porque quita presión sobre el precio de las naftas en un momento en el cual es imperioso reducir la tasa de inflación, pero al mismo tiempo, precios deprimidos por mucho tiempo, pueden desalentar inversiones para la producción del petróleo no convencional.