Una noche especial para cerrar una etapa de la vida es el sueño de todos los egresados, y por eso durante mucho tiempo se preparan para que eso pase esperando que ningún contratiempo arruine su momento.

Con esa ilusión, los alumnos de la Escuela N° 633 República de Bolivia cerraron a principio de año el contrato para que una empresa de catering (Master King) les haga el servicio en la fiesta de recepción.  El contrato fue para 600 personas a $850 una tarjeta con ensaladas varias, torre de fiambre, pollo, postre, bebida, mesa dulce, trasnoche, sonido e iluminación. Pero nada de los que les prometieron se cumplió.

Claudia Iturre, periodista y directora de FM Alternativa de Ceres participó del evento donde una de las agasajadas era su sobrina y contó en "Línea Abierta" (FM 101.3)  que los problemas arrancaron de entrada "cuando llegamos los invitados, que estabamos citados a las 21 tuvimos que esperar hasta las 22.40 porque no estaban las listas y pedían documentos para poder acomodar, al momento de buscar las mesas muchas personas no encontraban su lugar porque no había lugar necesario para lo que se había vendido".

Luego del caos y con gente aun sin ubicar "a las 23.30 pidieron que se sienten como sean para que puedan ingresar los egresados, que esperaban ansiosos desde las 21, y acomodados ellos comienzan nuevamente los problemas, falta de sillas, cubiertos y gente que comenzó a ponerse de mal humor lo que hizo que los mozos enojados decidieran no atender y fueron los propios chicos los que sirvieron las mesas de sus invitados".

Pero no todo quedó allí "la entrada era dos hojas de luchuga, media feta de paleta con una cucharadita de ensalada rusa. La cena dos bandejas de ensalada y un solo pedazo de pollo, en la parrilla no había nada más"

Los chicos estaban desconsolados, mientras algunos pedían que no se alteren los otros lloraban sin parar, unos días antes, les exigieron $32.000 porque no les respetaban el contrato y amenazaban con cancelar la fiesta.

Más tarde se terminó la bebida y la música se cortó a las 4 de la mañana. Muchos se fueron enojados mientras los otros les hicieron el aguante a los chicos.

Los responsables nunca dieron la cara "elos no saben del sacrificio que hicieron para esa fiesta, ese día era para disfrutar. Pagaron el servicio y fueron estafados" cierra decepcionada la periodista.