Pablo Lavallén se aferró a su cargo en un momento de desconcierto futbolístico del equipo en la Superliga, y potenciado por el rendimiento en la Copa Sudamericana, donde en los encuentro mata y mata mostró toda su fortaleza.

Así fue sorteando escollos, algunos con más comodidad y otros debiendo apelar al corazón, la garra y pocos pasajes de buen fútbol para llegar a la gran final en La Nueva Olla de Asunción.

Pero todo lo contrario ocurrió en la Superliga, donde el equipo tuvo un flojo arranque, pudo enderezar el rumbo con un par de resultados positivos en el Brigadier López pero de visitante bajo su tutela el equipo perdió todos los partidos que disputó, incluso el duelo de la Copa de la Superliga ante Tigre en Victoria.

En su momento fue respaldado por Luis Miguel Rodríguez y otros referentes del plantel, tras la derrota contra Huracán en Parque Patricios. Recibió el espaldarazo del manager Francisco Ferraro tras la dura caída ante Independiente en Avellaneda.

El objetivo del entrenador, de nula relación con el presidente José Vignatti, era dirigir al equipo hasta el último partido de la Sudamericana, y luego alejarse de la institución, por decisión propia y sabiendo que no contaba con el aval de la dirigencia.

Una vez que pasó la histórica final de la Sudamericana llegó el tiempo de poner solamente la cabeza en la Superliga, donde a duras penas el equipo derrotó a Estudiantes, que incluso mereció llevarse los tres puntos de Santa Fe por lo demostrado durante los 90 minutos en el Brigadier López.

Y la gota que rebalsó el vaso fue la dura derrota frente a Vélez, en el José Amalfitani, que desnudó todas las fragilidades de Colón, que nunca estuvo en partido y fue ampliamente superado por un rival que le hizo pasar una verdadera pesadilla futbolística.

Por ese motivo los dirigentes en reunión de Comisión Directiva, esta vez con la aprobación de Francisco Ferraro, decidieron dar por terminado el ciclo de Lavallén una vez que termine la participación del equipo en la primera parte de la Superliga, esto quiere decir los encuentros ante Aldosivi del próximo viernes y ante Arsenal del jueves 12 de diciembre.

Pero a partir de que tomó conocimiento de esta realidad, según pudo averiguar UNO Santa Fe desde el predio donde el plantel se entrena, parece haber bajado la guardia, y estaría analizando la posibilidad de adelantarse a la decisión de los dirigentes y dar un paso al costado en las próximas horas.

Sin dudas que se trataría de un serio inconveniente desde lo futbolístico, atendiendo que el próximo viernes el Sabalero desde las 19 recibirá a Aldosivi, en el Brigadier López, y a los pocos días cerrará su participación ante Arsenal, en dos duelos vitales por la permanencia.

Si esto sucede los dirigentes intentarán convencerlo para que se mantenga en su cargo, pero ya se empieza a analizar la alternativa que Pablo Bonaveri o Francisco Ferraro, o en conjunto, puedan guiar futbolísticamente al equipo en ambos compromisos.