Detrás de todo piloto hay una gran historia escondida. Así sucede con Ariel Dopazo, protagonista actualmente del Turismo Internacional y que en la década pasada combatió en la guerra de Irak.

Dopazo estuvo 19 meses en Irak como parte del ejército de Estados Unidos. Argentina fue el lugar para olvidar todo lo vivido y el terror que se mantenía en su cabeza: “En 2002 me metí al entrenamiento del Army y en 2003 me destinaron a la base de Fort Hood, Texas. Ahí siguió el entrenamiento diario hasta que en el 2005 nos llegó la orden que teníamos que ir a Irak”, revela.

Al año siguiente estaba en Irak. "Fueron -cuenta- 19 meses de combate. En el 2009 pedí la baja por cuestiones médicas y para despejar la cabeza me vine Argentina. Acá estoy ahora, corriendo en el Turismo Internacional”.

A su vez, Dopazo comentó una de las peores experiencias que le tocó vivir en la guerra: “Lo peor que viví fue la pérdida de mis compañeros, que son amigos y se puede decir que son hermanos. En una ocasión mataron a un amigo al lado mío y tuve que cargarlo a la Hammer, atarlo y llevarlo al campamento al lado mío”.

Al mismo tiempo, recuerda la enseñanza que le dejaron esos días: “Lo mejor que me quedó fue que hay que disfrutar y vivir el día a día”, explica Dopazo, que luego de la guerra estuvo internado en un instituto psiquiátrico.

La historia de Ariel Dopazo, de estar en la guerra de Irak a competir en autos.

Dopazo pudo dejar atrás aquella experiencia cuando decidió volver a la Argentina y comenzó una nueva vida. Conoció a su mujer, tuvo dos hijos y se ligó al automovilismo como lo supieron hacer su padre y su hermano. El deporte fue una manera de escapar a los recuerdos del horror de la guerra.

La historia de Ariel Dopazo, de estar en la guerra de Irak a competir en autos.