El plantel de Unión llevó adelante este martes un nuevo entrenamiento en una semana relativamente corta, teniendo en cuenta que el viernes a las 19, los rojiblancos recibirán a Rosario Central en el inicio de la 7ª fecha de la Superliga.

Desde el mismo momento en que el equipo tatengue hilvanó su cuarto revés en fila, con la consiguiente declaración de Leonardo Madelón, quien prometió un cambio de nombres y también dejó latente la posibilidad de variar el tradicional esquema que venía utilizando.

Al menos por el momento, de acuerdo a lo que ensayó este martes, Madelón pondría en práctica todos esos conceptos vertidos en el vestuario visitante del estadio Julio Humberto Grondona.

Unión está cómo mínimo obligado a detener esta andanada de derrotas, que no le permite estirar un ciclo exitoso desde la última asunción del propio Madelón en el tercer proceso como conductor del equipo profesional.

Hubo poco menos de media hora de fútbol contra una formación de Cosmos y en el primer trabajo pensando en el Canalla, el DT rojiblanco puso entre los titulares a Marcos Peano; Damián Martínez, Yeimar Gómez Andrade, Claudio Corvalán y Federico Milo; Ezequiel Bonifacio, Jalil Elías, Guillermo Méndez, Juan Ignacio Cavallaro; Walter Bou y Nicolás Mazzola.

Durante el trabajo táctico también ingresaron Acevedo y Nardoni para trabajar en la contención del mediocampo, uno de los aspectos flojos que tuvo Unión en las 6 fechas iniciales de la Superliga.

Si es que en definitiva Madelón termina optando por los 11 enunciados líneas atrás, habría cinco modificaciones respecto al elenco que salió a medirse con Arsenal.

Los ingresos de Martínez, Milo, Méndez, Cavallaro y Mazzola por Blasi, Godoy, Acevedo, Comas y Troyansky, respectivamente; además de ajustarse a un 4-4-2 después del 4-5-1 que pretendió deslizar en Sarandí.

De todos modos, todo queda sujeto al ensayo formal del miércoles, donde en su penúltimo entrenamiento antes de recibir al Canalla, el propio Madelón se encargará de ratificar o rectificar todo lo que puso a entrenar al promediar esta semana de entrenamientos.

Si algo queda claro es que el orientador está buscando ese cimbronazo en sus pupilos, con cambios de apellidos en cantidad siempre procurando volver a la mejor versión que posibilite retomar ese trayecto de obtención de puntos en la Superliga.