La situación era difícil. El contexto parecía caerles encima. Los jugadores de la selección argentina sintieron que podrían protagonizar un Mundial negro. Otro 2002. Luego de la derrota con Croacia, decidieron tomar las riendas del asunto y le exigieron al entrenador mantener una conversación cruda. Cara a cara.

 

 

 

 

Pocos detalles se conocieron de lo que sucedió en aquel cónclave dentro del Bronnitsy Training Centre, el búnker de la delegación. Lucas Biglia, uno de los referentes de aquella camada, decidió detallar cuál fue el pedido que le realizaron al técnico en los días previos al compromiso frente a Nigeria.

"Planteamos que nos íbamos. Que necesitábamos cosas simples porque nos íbamos", reveló en diálogo con el programa No todo pasa, que se emite por TyC Sports.

"Jugamos con un esquema contra Islandia. Otro esquema contra Croacia. Y contra Nigeria nos íbamos. No teníamos tiempo como para hacer un esquema. No, vamos a lo normal. A lo que mejor nos puede salir o a lo que mejor nos ha salido en este tiempo porque nos vamos. No es ningún planteamiento, es buscar la solución a los problemas", explicó.

En el debut, la Albiceleste utilizó un 4-2-3-1 y en la siguiente presentación ya modificó el dibujo con un 3-4-3. El empate inicial y la dura derrota que se encadenó decantaron en esta reunión entre los jugadores y el DT. Frente a los africanos el sistema se transformó en un 4-4-2 más parecido a lo hecho anteriormente con Alejandro Sabella. La despedida del Mundial fue con otro número telefónico: Lionel Messi de "falso nueve" en un 4-3-3 contra Francia en octavos de final.

"No jugamos bien ningún partido. Partiendo de esa base es muy probable que te toque irte antes de lo que habías pensado. Hacía cuatro años que veníamos de jugar una final y pensábamos que íbamos a llegar a otra final así porque sí", reconoció el mediocampista de 33 años que actualmente se desempeña en el Milan de Italia.

Cabe destacar que Biglia fue uno de los encargados de enfrentar a la prensa luego de esa reunión. Se hizo presente en la conferencia junto con Javier Mascherano, el encargado de llevar la voz cantante del grupo ante los medios. "La relación con el técnico es totalmente normal pero obviamente que cuando uno siente una incomodidad se lo planteamos, si no seríamos unos hipócritas", advirtió por entonces el Jefecito.

Luego de la eliminación, Biglia decidió firmar su retiro del equipo nacional: "Me parecía que lo que me había pasado en la última parte de las Eliminatorias hasta el Mundial de Rusia había sido lo más negativo que me había tocado vivir en la Selección. De ahí a cuatro años más de espera o a un año más, me parecía mucho tiempo".