De acuerdo a un estudio de la Universidad Católica Argentina (UCA), la crisis económica sumó más jóvenes a la pobreza y golpea en particular a los menores de 17 años, que viven en hogares que no llegan a cubrir el costo de la canasta básica o tienen algún tipo de privación de un derecho esencial.

La “pobreza multidimensional infantil” aumentó 4 puntos en un año: entre 2017 y 2018, 600.000 niñas y niños de entre 0 y 17 años pasaron a engrosar la estadística de quienes se encuentra por debajo de la línea de la pobreza por ingresos, pero además tienen "déficit" de otros derechos fundamentales, como "alimentación, saneamiento, vivienda, salud, información o estimulación temprana/educación".

La indigencia, en tanto, subió un punto porcentual en un año, y pasó de 4,1% a 5,1%. De este modo, según el informe, en la actualidad hay 590.000 menores de 17 años que son indigentes.

En diálogo con "Línea Abierta" (FM 101.3) el presbítero Lic. Matías Vecino, delegado episcopal para la Pastoral Social del Arzobipado de Santa Fe, sostuvo que "es caasi la mitad de los niños de Argentino lo que es tremendo, son casi 5 millones de niños, es hipotecar el futuro", sentenció e insistió: "Es la mitad de los chicos, están en esa sitaución".

En el mismo sentido, Vecino razonó: "Nos seguimos quejando de la pobreza, cuando está ocasionada por nosotros mismos".

"Atrás de ese número (casi 5 millones) hay rostros, hay vidas y hay toda una sociedad que nos volvemos unos contra los otros, cuando en realidad, la injusticia es mucho más profunda", sentenció el presbítero. 

Y continuó: "En el tema de la pobreza, el problema, en relación al ser humano, nunca es totalmente técnico, muchas veces nos preguntamos cuál es la solución técnica, que debería estar, pero el tema es que los problemas humanos son más complejos que lo técnico, muchas veces no solucionás el tema de la pobreza con respuestas económicas". 

"El Papa dice que ´nos rasgamos las vestiduras cuando el dólar sube y nos olvidamos que muere gente, que hay gente que tiene hambre, que hay gente que no tiene agua, como dice el informe de la UCA y ni se nos cae un pelo, estamos más pendiente del dólar que del pobre (...) nos hemos vuelto más egoístas y nos olvidamos del país", finalizó el presbítero.