"Estaré en la final, en el partido de vuelta. Será un duelo espectacular".

Gianni Infantino lo avisó hace unos días y cumplió. Ya está en el país. El presidente de la FIFA no quiso perderse el partido que paralizará al mundo del fútbol. Y por eso decidió hacer un viaje exprés de menos de 48 horas para estar el sábado en el Monumental para ver River-Boca.

Este mediodía, el mandamás del fútbol mundial almorzó en un restorán de Puerto Madero junto con Alejandro Domínguez, titular de la Conmebol, y los presidentes de River y Boca, Rodolfo D'Onofrio y Daniel Angelici. 

"Es bueno poder estar con los dos clubes. Esta es una final increíble, fantástica, espectacular; hay que inventar palabras nuevas para este partido. Ya no es un Superclásico, es un megasuperclásico. Esto como una final del Mundo", sostuvo Infantino, maravillado por el momento que está por vivir.

El suizo cumplirá un sueño. Nunca pudo ver un Superclásico y ésta era la ocasión ideal. Por eso el jueves por la noche aterrizó en Ezeiza y se hospedó en un lujoso hotel del centro porteño. Su estadía será corta ya que luego del partido tiene previsto volver rumbo al Viejo Continente.

Más allá de esta visita para ver la final, Infantino volverá pronto a la Argentina ya que, según trascendió, se lo espera la semana próxima para disertar en el marco del G20 que se realizará en la ciudad de Buenos Aires.

Además de Infantino, en el Monumental estará el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez y los de todas las Federaciones que integran el organismo sudamericano.

El que no asistirá es el titular de la Conmebol, Aleksandr Ceferin, quien había sido invitado por Rodolfo D'Onofrio pero adujo compromisos personales.