Lo de Unión lejos está de ser sorpresa. La victoria ante Rosario Central, menos. El 4-0 puede que sí, pero lo que está claro es que el equipo fue de menor a mayor y, pese a la mancha que dejó la eliminación de la Copa Argentina a manos de Sarmiento de Chaco, sigue firme y con una idea clara de abandonar la medianía y apostar a pelear arriba.

Una de las figuras ante el Canalla fue Damián Martínez, que la rompió, hablando en criollo, marcando dos goles y brindando dos asistencias. Un rendimiento ascendente, ya que en los últimos encuentros presentó cosas importantes, no solo en la marca sino también en ataque, donde toma decisiones con criterio.

Amén de la superación personal, Leonardo Madelón logró encontrar la forma de potenciarlo. Llegó para la temporada pasada sin lugar en Independiente (era la cuarta opción) y, pese a que el titular en Santa Fe era Emanuel Britez, paulatinamente se fue adueñando del puesto. El Tate tiene opción de compra.

Llegó la finalización del préstamo y el DT le pidió a los dirigentes que lograran su continuidad. Amén de algunas dudas, se llegó a buen puerto por el marcador de 28 años que, sin dudas, está en el mejor momento de su carrera. En la victoria de este domingo por la tarde en el Gigante de Arroyito mostró algunas facetas nuevas en Martínez. Se ubicó unos metros más adelante por la línea de tres atrás y eso le dio una preponderancia mayor en los ataques.

Un jugador muy valioso en un equipo que ya no es tan dependiente de la contundencia de los delanteros, sobre todo de Franco Soldano. El Tate tiene una importante cuota en Diego Zabala y Franco Fragapane y ahora se animó a festejar en la red rival un defensor.

El buen momento de Martínez se suma a lo que viene haciendo Yeimar Pastor Gómez Andrade y la sobriedad de Jonathan Bottinelli. Tampoco desentonó Bruno Pittón y el retorno de Santiago Zurbriggen fue muy bueno. Será cuestión de ver si puede mantener este rendimiento para el beneficio del equipo, que se anima a pelear arriba en la Superliga.