Está claro que Colón sufre y mucho la ausencia de Javier Correa y los números así lo reflejan. Sin el cordobés en cancha el Sabalero sumó tres derrotas (Independiente, Junior y Boca) un empate (San Lorenzo) que se tradujo en eliminación de la Copa Argentina y apenas un triunfo (Godoy Cruz).

Por ello todos en el mundo Colón prenden velas por el delantero que de no mediar ningún imprevisto será de la partida en el cotejo revancha ante el Junior, aun cuando hace casi un mes que no hace fútbol.

Pero teniendo en cuenta las urgencias y que sus reemplazantes no lograron suplantarlo, se hace imperiosa la presencia de Correa en la formación titular.

Está claro que Alan Ruiz de 9 no da ningún resultado y que Nicolás Leguizamón más allá del gol a San Lorenzo le cuesta muchísimo tener la efectividad de Correa.

Por ello en los tres entrenamientos que restan antes del partido con el elenco colombiano, se lo exigirá a Correa para saber cómo responde y allí Eduardo Domínguez tomará una decisión.

El ex-Godoy Cruz viene trabajando en doble turno y sin pausa para estar a disposición del DT aunque le falta probar de hacer fútbol con sus compañeros y responder en el roce con los defensores. Por ahora venía realizando trabajos físicos, con pelota, ejercicios de definición pero sin contacto.

Recordemos que el último encuentro que disputó Correa fue el Clásico jugado el 2 de septiembre y que se lesionó en la práctica del miércoles 5 por lo cual llegará al choque con Junior con un mes de inactividad.

Si no fuera un partido definitorio lo más lógico sería que arranque en el banco de relevos, pero por tratarse de una final todos apuestan a que Correa esté desde el inicio para dar vuelta la historia.