En la Sala de Reuniones del Palacio Municipal, el intendente José Corral reconoció como Visitante Ilustre al Padre Pedro Opeka, quien es candidato al Premio Nobel de la Paz. El religioso argentino transformó lo que era un basural en una de las zonas más pobres de uno de los países más pobres del mundo, Madagascar, en África, en un área urbanizada, con escuelas, guarderías, bibliotecas, donde unos 10.000 jóvenes están escolarizados. Se estima que el trabajo de Opeka sacó a unas 500.000 personas de la pobreza más extrema.

“Queríamos distinguirlo con la declaración de Visitante Ilustre y escucharlo un rato para inspirarnos. Su obra en Madagascar es extraordinaria y la hizo junto con la comunidad. Es una bendición tenerlo y poder inspirarnos en él porque en Santa Fe y en Argentina tenemos mucho por hacer para combatir la pobreza y para la inclusión”, afirmó José Corral luego de la entrega del reconocimiento.

En ese contexto, el Intendente expresó que “queríamos recibirlo con las instituciones con las que trabajamos en la tarea de atender a la gente en situación de calle, en organizaciones como CONIN que nos ayuda en los Jardines Municipales en los temas de nutrición para los más pequeños y con los que necesitan, y el Movimiento Los sin Techo, que nos ayuda a mejorar el hábitat, entre otras organizaciones con las que trabajamos juntos”, indicó en referencia a distintas organizaciones de la sociedad civil que participaron del encuentro en el que se entregó la distinción, como Cáritas, el grupo de voluntarios Ropero Móvil y Choco Móvil, y la Asociación Civil Conjunto Los del Camino, entre otras.

“Estar cerca”
En diálogo con la prensa, el Padre Pedro dejó un mensaje y un pedido para la dirigencia política; “Estar más cerca del pueblo, a todas las necesidades del pueblo, comenzando por el empleo, la educación de la salud. Luego ser honestos y verdaderos”. En su regreso al país, cuenta que “hay gente que viene a escucharme, a saludarme. Todavía veo que en Argentina hay gente muy buena. Quiere decir que nunca es tarde para arreglar este país, para poner de pie este país. Yo no tengo consejos para darle a nadie. Todos sabemos lo que es la verdad, lo que es ser responsables. Todos sabemos lo que es mentir o engañar. Nosotros vivimos para decir la verdad y vivir en la verdad. Todos los que son elegidos del pueblo estén a la altura de esa responsabilidad que asumieron, para dirigir una municipalidad, un ministerio o un país”.

La educación, la alimentación, la salud y la construcción de viviendas fueron las claves para encarar la transformación en Madagascar: “No se puede dejar hoy que cada uno se las rebusque por sí solo, haciéndose su casita sin planificación. No hay calles ni veredas para entrar. Tiene que haber planificación y el Estado tiene que ayudar”. Fue así que definió como “extraordinario y nos hace felices” el programa de Regularización Dominial que lleva adelante el municipio en colaboración con el Movimiento Los Sin Techo y que posibilita a las familias santafesinas recibir la escritura del terreno en el que viven. Finalmente, afirmó que “la pobreza se combate en medio de los pobres, y con los pobres, con la verdad y teniendo mucha perseverancia porque no se puede cambiar de un día al otro”.

También, destacó la labor de sacerdotes, religiosos y Organizaciones No Gubernamentales del país “por su trabajo en las villas. A todos quiero decirles que sigamos por este camino porque es un trabajo urgente, necesario, que nos da la felicidad de existir”. Finalmente, subrayó: “No podemos tolerar que pasemos en esta Tierra mirando la miseria sin hacer nada, diciendo que no es nuestro problema. Es mi problema, es nuestro problema, todos tenemos una responsabilidad frente a una familia que está excluida de la sociedad, que no tiene techo y en la que los chicos no pueden ir a la escuela, o que un padre de familia no tenga trabajo o no pueda curarse si está enfermo”.

Trabajo conjunto
Durante la charla informal que mantuvieron representantes de diferentes organizaciones con el sacerdote, José Luis Ambrosino, del Movimiento Los Sin Techo, recordó la figura del padre Atilio Rosso, fundador de la organización fallecido hace 8 años. Recordó que el párroco se había fijado como objetivo el “rancho cero”, y que durante muchos años Los Sin Techo no contaron con el acompañamiento del Estado, pero que hoy por hoy la situación había cambiado, y que se puede llevar adelatne el proceso de reubicación de familias en viviendas dignas de la mano de los Estados municipal y provincial y nacional, y que eso se ha logrado por el trabajo conjunto.

También destacó que el Gobierno nacional haya puesto por primera vez en la mesa el tema de la pobreza como una cuestión a resolver, como así también el impulso a la Ley de reubicación de barrios populres, algo por lo que lucharon durante mucho tiempo las organizaciones sociales.