Diez minutos tardó en llegar el gol de Francia en Kazan. Los europeos se mostraron amenazantes desde el comienzo, y consiguieron el primer objetivo: golpear a la Argentina para ver si, como había ocurrido en los partidos anteriores, los de Sampaoli sentían el impacto.

Se jugaban 7 minutos en el Kazan Arena cuando Kylian Mbappe dio el primer aviso: asustó con una corrida que terminó con falta de Mascherano en el borde del área y un tiro libre de Antoine Griezmann que reventó el travesaño y asustó al 80% de los presentes en el estadio y a millones que lo vivían con ilusión por TV.

Entonces Banega perdió la pelota en tres cuartos de campo francés, donde la tomó Mbappe e inició una corrida imparable. Ni Tagliafico ni Mascherano pudieron pararlo, y cuando apareció Marcos Rojo en el camino, el hombre de PSG se la tiró larga por la derecha y cayó dentro del área en el forcejeo con el segundo marcador central. Penal inapelable.

El disparo de Griezmann fue a la derecha de un Armani que había elegido el otro palo y puso el 1-0 para Francia.