Especialistas recomiendan retrasar el ingreso a clases de los chicos. Según explicaron en una nueva investigación en el Congreso Internacional sobre Ritmos Biológicos esto mejoraría el rendimiento escolar.

Para hablar sobre el tema, "Línea Abierta" (FM 101.3) se comunicó con el Dr. Daniel Perez Chada. Jefe Servicio Neumonologia. Director Clinica del Sueño. Hospital Universitario Austral, quien dio una extensa explicación sobre esta nueva visión que podría cambiar notablemente el día a día de los más jóvenes.

“Creo que va a ser un tema de debate por mucho tiempo, por lo menos en la Argentina, hasta que finalmente se tome una decisión al respecto porque si bien la fisiología, es decir los mecanismos que regulan el organismo en el sueño y en la vigilia, en los chicos, en los adolescentes sugeriría que es conveniente comenzar el horario escolar un rato más tarde, algunos estudios dicen 40 minutos, otros una hora, extrapolar esa experiencia a nuestro modelo social, en el cual los docentes trabajan en más de dos colegios, los padres encuentran en la escuela un lugar donde dejar a sus chicos temprano en la mañana para poder atender sus obligaciones de trabajo constituye un desafío social muy grande”, señaló Perez Chada.

“Cuál es la lógica biológica detrás de este fenómeno”, se preguntó el médico y señaló: “Los adolescentes tienden a despertarse en su óptimo nivel de alerta un par de horas más tarde que los adultos, porque hay una hormona que se libera en el organismo que es la que regla los ciclos del sueño, que es la melatonina, que comienza a aumentar sus niveles en la sangre al anochecer en los adultos y un par de horas más tarde en los adolescentes, por consiguiente la melatonina alcanza su pico un poco más tarde que en los adultos y es por eso que los chicos a veces tiene mucha resistencia a irse a dormir a la hora en que los adultos desean irse a dormir y de esta manera, a la mañana siguiente, cuando en los adultos esta sustancia comienza a disminuir en las primeras horas del día, en los chicos comienza a disminuir un poco más tarde, por consiguiente estamos enviando a los chicos a la escuela en un horario en el cual sus mecanismos de regulación normal los predispone más a dormir que a tener un nivel óptimo de alerta".

En el mismo sentido, Perez Chada explicó que los docentes "deben hacer un gran esfuerzo para que el chico preste atención en clases, por otro lado el chico que está a las 7.30 en la escuela no siempre vive a 10 cuadras del colegio, muchas veces tiene un transporte escolar que lo lleva de un vecindario a otro, a ese chico lo hemos levantado a las 6.30 de la mañana, en un horario absolutamente antinatural para que esté plenamente despierto, y esto tiene consecuencias negativas en el proceso de aprendizaje".

Sobre qué es lo que se puede hacer para ayudar a los jóvenes, el especialista manifestó que "nuestra propuesta es incorporar programas de educación en sueño en la currícula escolar, donde los chicos, los padres y los maestros comprendan la importancia del sueño como una variable clave para la calidad de vida, me refiero no solamente al esparcimiento, sino también al trabajo, al aprendizaje y a las distintas actividades que se desarrollan en el día. Entonces si uno pudiera disponer de unos 20 ó 30 minutos en la currícula escolar, un par de meses, para educar en pautas de sueño saludable y eventualmente en una breve siesta durante el horario escolar, lograríamos un beneficio sin alterar tanto el sistema social".

"Este conocimiento es bastante nuevo", reveló Perez Chada y continuó: "Se le agrega la prolongación artificial del día, en los adultos está demostrado que todos prolongamos el día más allá de lo conveniente porque nos quedamos enganchados en una época con la televisión y ahora con la tablet o el celular y eso tiene un doble mecanismo negativo, por un lado, el estímulo que produce ver lo que está viendo o leer lo que está leyendo y por otro lado la cantidad de luz que revive su ojo y que llega, a través del ojo, al centro que coordina el ritmo sueño / vigilia, entonces como el ritmo sueño / vigilia está fuertemente influenciado por la luz y la penumbra si usted en horas de la noche, cuando el organismo se prepara para dormir le pasa una señal luminosa a través de una tablet o un teléfono, esa señal inhibe a los mecanismos naturales del sueño. El ojo censa que entró luz y su cerebro censa que es de día",

Asimismo, el director de la Clinica del Sueño sostuvo que "en los chicos ésto (el uso de la tecnología) es muy serio porque no apagan el celular, lo tiene prendido toda la noche, y está ruido de los mails que entran, WhatsApp o cualquier vía de comunicación que tengan y esto es un desafío que tenemos los adultos para educar a nuestros hijos y explicarles éstos mecanismo".

Y reveló que el problema más serio "se da a partir de los 13 y hasta los 18 años, siendo la banda de 13 a 15 años los más vulnerables, tienen que comprender que en algún momento al celular hay que apagarlo y poder conciliar un sueño que al día siguiente, no sólo le va a permitir un mejor rendimiento escolar, sino disfrutar de las actividades que a ellos les gusten porque su alerta va a ser óptima".

Para finalizar, Perez Chada razonó: "La sociedad ha cambiado y hemos perdido el 25 por ciento de nuestras horas de sueño a lo largo de los últimos 40 ó 50 años y otra variable es cómo se ha modificado la currícula, en el modelo de la clase media actual aparte de la jornada escolar es prolongada y que la tarea es voluminosa, tenemos esta cosa de querer que nuestros hijos sean bilingües, músicos y deportistas y el chico vuelve del colegio extenuado y lo manda a ingles, guitarra o al deporte que le guste, entonces el día se hace interminable y todo el tiempo que se le resta al descanso para otra actividad lo está reduciendo de las horas de sueño".