"Es un día de muchos sentimientos", comenzó su relato el nuevo arzobispo de Santa Fe, Monseñor Sergio Fenoy, en diálogo con "Línea Abierta" (FM 101.3 de 9 a 13) cuando comenzó a manifestarse sobre este nuevo desafío.

El Sumo Pontífice Francisco promovió a arzobispo metropolitano de Santa Fe a monseñor Sergio Alfredo Fenoy, actualmente obispo de San Miguel.

Monseñor Fenoy será el quinto arzobispo (sexto diocesano) de la sede episcopal santafesina en la que sucederá a monseñor José María Arancedo, a quien en esta misma fecha el Santo Padre le aceptó la renuncia que había presentado en 2015, al cumplir 75 años, según la ley canónica.

Ambas informaciones fueron publicadas hoy en forma simultánea en Roma y en Buenos Aires. Aquí lo hizo monseñor Vincenzo Turturro, encargado de negocios, a.i., de la nunciatura apostólica.

"Como a cualquiera que le cambia la vida, hay distintos sentimientos, por un lado mucho agradecimiento, mucha nostalgia por lo que dejo porque han sido años muy felices en San Miguel y por el otro la expectativa, la ilusión de lo nuevo, yo me imaginaba que podía llegar un cambio por mi edad y los años que llevo en la Diócesis pero no imaginaba el lugar por lo que para mí fue una grata sorpresa que se Santa Fe, volver a mi provincia. Estoy con esa ensalada de sentimientos y afectos", sostuvo Fenoy.

Respecto a la responsabilidad de reemplazar a José María Arancedo que realizó una gran tarea como arzobispo, el religioso reconoció: “Llegar a un lugar donde un obispo (Arancedo) es querido, respetado y poder continuar con el propio estilo y los propios acentos pero poder continuar una historia así es muy bueno. Creo que este tiempo que queda para él en Santa Fe tienen que manifestarle ese cariño y ese aprecio que es muy justo"

Respecto a lo que deja en San Miguel, Fenoy contó: "Dejo mucho cariño, he aprendido mucho. Esta Diócesis significó el empezar a hacer cosas yo y me encontré con un pueblo muy sencillo, afectuoso y con buenos curas y pudimos enfocar el trabajo en acompañar con el amor más comprometido posible al pueblo".

En otro tramo de la entrevista el futuro arzobispo de Santa Fe habló de la pobreza en la Argentina: "Todos vemos que la pobreza es alta y todos la sufrimos … nuestra gente la está sufriendo mucho y la está sufriendo con mucha paciencia. Yo me encontré aquí (en San Miguel) con una pobreza muy digna. No hablo de resignación, que no estaría para nada bien, pero es un ámbito en el que se puede trabajar muy bien promoviendo, hay mucha voluntad de solidaridad y de ayuda y a eso es a lo que hay que apuntar, despertar el deseo, las ganas y la dignidad".

Para finalizar, Fenoy se refirió a los abusos sexuales dentro del Iglesia y al respecto razonó: "La misma Iglesia fue tomando valiente conciencia de todo esto, tenemos que entrar en este tema con mucha humildad, porque hay mucho dolor en el medio. Antes que nada humildad y reconocimiento de errores y pecados que son los que quitan credibilidad a la Iglesia y se la tenemos que devolver. No se trata de ocultar ni de negar". 

"Siento dolor y vergüenza, reestablecer la Justicia, creo que ese es el espíritu de la Iglesia hoy", añadió.