En las últimas horas empezó a circular un video que muestra el desesperante momento en el que un grupo de personas de la comunidad wichi del pueblo salteño de Las Vertientes, uno de los afectados por las inundaciones en esa provincia, se abalanza sobre los alimentos y medicamentos que llegaron a bordo de un helicóptero oficial.

Las perturbadoras imágenes generaron una reacción negativa en las redes sociales, y el Gobierno de Salta, a través de la ministra de Asuntos Indígenas y Desarrollo Comunitario Edith Cruz, defendió el operativo y acusó a la comunidad de no organizarse lo suficiente: “Se los atiende siempre a través de puentes aéreos, y el que coordina la atención es el representante de la comunidad, el cacique. No sabemos qué sucedió, evidentemente es un descontrol interno de la comunidad“, dijo en diálogo con Infobae.

El pueblo de Las Vertientes, de la localidad de Santa Victoria Este, fue uno de los afectados por la crecida que el río Pilcomayo registró en febrero, y si bien la zona no sufrió inundaciones, sí quedó aislada y no se puede acceder en auto o en otro tipo de transporte terrestre desde hace más de 45 días. En esa línea, el Gobierno de Juan Manuel Urtubey resolvió que la asistencia oficial se realice a través de un helicóptero.

Las Vertientes no es el único pueblo que recibe ayuda a través de aeronaves, y según la ministra Cruz, en todos los casos el único representante del Gobierno en esos vuelos es el piloto del helicóptero. Por eso mismo, explicó Cruz, “se coordina con los caciques, se les avisa que el helicóptero está saliendo para que ellos tomen los recaudos necesarios en cuanto a la seguridad y que tengan las personas ahí, que en general son los jóvenes y los hombres”. “Solamente va el piloto, por la carga de los módulos alimentarios, porque si yo llevo más gente en el helicóptero, tengo que mandar menos comida. Se deja a los módulos ordenados, y el jefe de la comunidad es el que distribuye“, detalló la funcionaria.

De esta forma, el Estado salteño obliga a que las propias comunidades organicen la recepción de la ayuda humanitaria ya que “el helicóptero no se puede quedar mucho tiempo, no puede estar más de 10 minutos en el lugar, esto implicaría dejar a un personal ahí y después que se lo vuelva a llevar, pero a veces las condiciones climáticas no están como para que se lo vuelva a buscar”. “Es verdad, no llevamos otra persona para que ayude, prefiero llevar más mercadería y no tener que llevar personal, porque las comunidades están organizadas, ponen a sus hombres y mujeres para retirar las cosas“, amplió Cruz.

Edith Cruz

 

En ese sentido, la Ministra se mostró sorprendida por lo que sucedió en Las Vertientes: “Es la primera vez que pasa en esta comunidad, es la primera vez que veo una situación de estas, es una comunidad que siempre ha demostrado organización. Me extraña porque esa comunidad siempre ha sido una de las más ordenaditas con el tema de la asistencia por puentes aéreos”.

Al respecto, para Cruz, los desmanes que se generaron en Vertientes Viejas no son responsabilidad del Gobierno, sino que acusó al cacique Timoteo Ñato, líder de la comunidad, “en el caso de que la comunidad tenga un problema interno“.

La crecida del río Pilcomayo

En la misma línea se manifestó el secretario de Defensa Civil de Salta, Néstor Ruiz de los Llanos, quien en diálogo con el portal salteño Nuevo Diario aseguró que esa situación fue un “caso excepcional” que se dio porque “ninguno de los tres caciques estuvieron el día de la entrega“.

“Por lo general cuando llega el piloto busca al cacique y deja la asistencia y es el cacique el encargado de repartir. Es el cacique quien distribuye para que la asistencia llegue a cada familia y no tengamos que ver lo que ocurre en el video”.

Inundaciones

A comienzos de febrero, unas 8.500 personas fueron afectadas por la crecida del río Pilcomayo, en el norte salteño, que llegó a su pico histórico y la fuerza del agua arrasó parajes enteros situados en la costa de Santa Victoria Este.

Los principales parajes afectados son los apostados en la costa del cauce de agua, entre ellos las comunidades indígenas de La Curvita, El Cruce de Santa María, Padre Coll, Pozo la Yegua y Monte Carmelo, además de El Silencio, Rincón del Tigre, Magdalena, Las Palmitas, Marca Borrada, La Merced, La Merced Chica, Rancho El Ñato, Hito, entre otros.

Desde el 5 de febrero, el Ejército participa de la ayuda humanitaria y distribuye víveres con camiones Unimog y con botes. Además, equipos de salud trabajaron en puestos médicos de avanzada, dispuestos estratégicamente en distintas localidades de los departamentos San Martín y Rivadavia.

Al respecto, el ministro de Salud, Roque Mascarello, admitió que “tenemos que tener en cuenta que se trata de población vulnerable, por lo tanto, por un tiempo prudencial debemos continuar reforzando la asistencia sanitaria para evitar la circulación de ciertas patologías, como las diarreas y las enfermedades vectoriales”.