Las continuas violaciones de los Derechos Humanos en Mali disparan hoy las alarmas en Naciones Unidas, pues unas dos mil 700 personas fueron víctimas de atropellos y violencia a pesar del acuerdo de paz firmado en 2015.

De ellos, 441 murieron y otros 800 casos estuvieron relacionados con elementos armados no identificados que pusieron en riesgo la vida de civiles en incidentes ocurridos de enero de 2016 a junio de 2017.

Estas cifras forman parte de un informe divulgado por la Misión de las Naciones Unidas en Mali (Minusma) y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.

Casi el 80 por ciento de las violaciones y abusos fueron cometidos por movimientos armados, mientras en casi un 20 por ciento estuvieron implicados agentes de defensa y seguridad de Mali, señala el reporte.

En tanto, un dos por ciento también implicó a fuerzas internacionales, incluida la Minusma.

Según el jefe de la Minusma, Mahamat Saleh Annadif, a pesar de la firma del acuerdo de paz, la situación de los derechos humanos en ese país continúa siendo muy preocupante.

En junio de 2015, el gobierno de Mali y varios grupos rebeldes firmaron un acuerdo de paz y de reconciliación nacional, pero todavía algunos territorios siguen bajo el control de agrupaciones tuaregs.

La situación política en esa nación es muy inestable desde el golpe de Estado de 2012.