Quedaron abajo del lesionado Darío Benedetto que gritó 9 veces con la camiseta de Boca. Pero el primer tramo de esta nueva Superliga ofreció dos binomios de ataques que están de moda: uno, el de Defensa y Justicia (entre el “Cuqui” Márquez y Nicolás Fernández hicieron 12 goles); otro, sin dudas, el de Unión de Santa Fe: entre Franco Soldano y Lucas Gamba llegaron a 11 gritos. Y en el caso del cuyano se anotó un gol más por la Copa Argentina contra Lanús en la cancha de Arsenal. Como se caía de maduro, los clubes empezaron “a pedir precio”, a pesar de que la política deportiva es clara: no desarmarle hasta junio el equipo a Madelón.

Por lo visto, en la primera parte de diciembre, el mercado interno de la Argentina arrancó demasiado tranquilo. Hasta que comenzaron a generarse algunos movimientos de altas y bajas. El que salió a romper “todo”, con la plata de los holandeses del PSV Eindhoven, es Vélez: los del Fortín recibirán 10.5 millones de euros por Maximiliano Romero. Así, compraron “la mitad” de Bouzat en dos palos verdes y pagaron “500 lucas verdes” por el préstamo de Marco Torsiglieri.

Y también comenzaron las referencias de ventas, como para poder saber qué se paga: lo de Bouzat, ya dicho; lo de Romero Gamarra, en seis millones de dólares a la MSL (la Liga de Fútbol de los Estados Unidos). Son faros de referencia.

Gamba y Soldano

Sin dudas, después de un semestre discreto (primero con Juan Pablo Pumpido y después con Pablo “Pomelo” Marini), tanto Franco Soldano como Lucas Gamba se reinventaron a puro gol en la Superliga: seis para el ex Unión de Sunchales y cinco para el petiso de Mendoza.

Como se sabe, Unión posee el 75 por ciento (el otro 25 por ciento es de la familia Soldano) de los derechos económicos de Franco Soldano y tiene contrato firmado hasta junio de 2019. En cuanto a Lucas Gamba, el club tiene el 80 por ciento de los derechos económicos (el otro 20 es del Deportivo Maipú de Mendoza), pero su contrato se vence a mitad del año próximo.

Como ya lo informó El Litoral, hay una idea clara de Luis Spahn y la mesa chica de fútbol: retener a los dos delanteros hasta el final de la Superliga (junio de 2018) y no desarmarle el equipo a Leo Madelón.

“Eso es lo ideal pero uno nunca sabe cuándo llegan las ofertas, de qué club y a qué monto”, confesó hoy un dirigente a El Litoral. Ese “no se sabe” empezó a tener forma: en el caso de Soldano, Estudiantes de La Plata; en el caso de Lucas Gamba, Independiente de Avellaneda por pedido de Ariel Holan.

“No nos salvamos”

En las próximas horas, Estudiantes de La Plata le hará una propuesta formal a Unión por el pase de Franco Soldano. Bajo esa idea que tienen los dirigentes tatengues de exigir “entre cinco y seis millones de dólares limpios por Soldano”, El Litoral está en condiciones de asegurar que de la misma manera que llegue el ofrecimiento “pincharrata”, automáticamente volverá en forma de “no” a la ciudad de las diagonales.

El monto, que formalizará Estudiantes, es similar al que pensó acercar Vélez desde Liniers: dos millones de dólares por la mitad de la ficha. Por esa plata, claro está, Franco no se mueve de Santa Fe.

En cuanto a Lucas Gamba, el tema “explotó” ayer en Avellaneda. Es que en la primera reunión, cara a cara, Ariel Holan le pidió tres cosas a Hugo Moyano para el Independiente 2018:

—1) Que no venda a Ezequiel Barco por menos de 25 millones
—2) Que le compre a Marcone de Lanús
—3) Que compre a Lucas Gamba de Unión

“Siempre que llegaron las ofertas por Lucas, el club priorizó que se quede. La de Chipre era muy importante, la de Japón también. Pero no se llegaba al monto que pide el club para venderlo. A mí nadie me llamó de Independiente, pero leí la noticia en todos lados”, comentó Julio Cataldo —representante de Lucas Gamba— a El Litoral.

“Por lo que hasta acá trascendió del dinero que ofrecen por Soldano o lo que ofrecerían por Gamba, en ninguno de los dos casos es que nos salvamos con una cifra millonaria, como para desarmar la delantera de un equipo que está tercero”, admiten los dirigentes.