Unión cierra 2017 de una manera completamente distinta a cómo la empezó. Fundamentalmente porque no pudo plasmar en el semestre inicial los objetivos buscados, pero recuperando terreno y esperanza de acceder a un certamen internacional con el regreso de Leonardo Madelón a la dirección técnica.

 

En diálogo con LT10, el presidente Luis Spahn trazó un balance del año que está a punto de finalizar: "Terminamos un 2017 con muchas aristas, muy disímil. El fútbol es el alma y el motor de la institución. Tuvimos un primer semestre donde lo arrancamos con un montón de expectativas y se terminó con una campaña flojísima, mientras que tenemos un segundo semestre donde lo estamos disfrutando a pleno, donde Unión es protagonista, con un volumen de juego, un vértigo y entrega que nos pone muy contentos. Con un sabor agrio que no recibimos ningún gol de regalo o punto extra. Con una pequeña tristeza que podríamos tener algunos puntos más, no nos regalaron un penal, ningún furcio de un arquero o ganar un partido de forma injusta. Ganamos todos los puntos con justicia y dejamos algunos puntos en el camino que no merecíamos perder y el mejor ejemplo es River, donde de mínima mercíamos un empate".

El 2017 arrancó para los rojiblancos con Juan Pablo Pumpido en el arco, a lo que el titular rojiblanco apuntó: "El fútbol no tiene muchas explicaciones, la verdad que lo de Juampi (Pumpido) no fue una apuesta al vacío, cuando hablé en Patronato no quedé convencido de su visión de los hechos. Hay que poner en este análisis lo que pasó en los partidos donde dirigió, en los primeros de 2016 donde se sumaron muchos puntos, allí ubicó al equipo entre los tres o cuatro mejores equipos del país, pero también le tocó dirigir la otra parte donde el equipo terminó en el puesto 25, 26 o 27 entre 30 equipos. Todavía no pude descifrar qué pasó, y en la charla que tuvimos hace poco no termino de entender su interpretación de los hechos".

 

Luego, con su ausencia en el país por motivos particulares, llegó Pablo Marini a la conducción, un proceso corto y plagado de resultados negativos. Al respecto, Spahn apuntó: "Fue una decisión mía y respaldé a quienes lo propusieron, encontró un plantel roto que no pudo rearmar. Me dejó muy preocupado el primer tiempo con Huracán, donde el equipo no reflejaba la necesidad que tenía de revertir el mal momento. Los errores son de los dirigentes, pero no somos merecedores de los aciertos. Pero sentí que no les llegaba o no lo entendieron. Huracán estaba en descenso y nosotros salimos con más miedo que ellos".

 

Pero el nacimiento de la Superliga también marcó el tercer proceso de Leo Madelón, quien pegó la vuelta al Tate a menos de un año de dar un paso al costado. En esta dirección, el titular rojiblanco disparó: "Cuando le buscamos reemplazo a Marini nunca dejé de pensar en Leo. Se fue por un tema personal, creo que su problema de salud le incidió y porque creía que ya no le llegaba al plantel. Pero conoce al club, tiene un gran respaldo de la sociedad unionista, por lo que siempre lo tuvo como una alternativa. Primero buscamos a Gustavo Alfaro que no quería salir de Buenos Aires, ya que allí tiene armada su vida. Cuando hablé con el representante de Madelón, y a la semana me respondió que aceptaba el desafío. Hay 400 técnicos, pero hay 10, 15 o 20 potables, pero cuando tenemos que decidir nos sobran los dedos de la mano para buscar una alternativa potable. Esperemos que tengamos Madelón para rato".