Los pies descansan sobre una arena dorada, acariciada por la sal y la espuma de las olas que van y vienen, van y vienen, calmas pero seguras. Atrás, las palmeras se mecen con el viento. Unos monitos grises, con una cola larga y rayada saltan de rama en rama. Uno, dos tres… ocho. Tantos que uno para de contar. Aquí, en Praia do Forte, playa y selva tropical son un solo lugar.

Praia do Forte es un largo trecho de playa en Salvador de Bahía. Un antiguo pueblo de pescadores, poco a poco supo posicionarse como uno de los destinos más exclusivos de Brasil, donde locales y extranjeros se encuentran en una región protegida, con costas tranquilas rodeadas de una vegetación exuberante y vibrante. De noche, la playa permanece a oscuras por respeto a las tortugas marinas, ya que las recién nacidas pueden llegar a distraerse con las luces y meterse en el pueblo o en los hoteles en vez de emprender su predestinado viaje al mar.

Es un destino con clara ideología ecologista, con un encantador y atractivo pueblo lleno de pequeños restaurantes con comidas típicas y coquetas boutiques. Su calle principal, Alameda do Sol, es un paseo peatonal que desemboca en la pequeña y blanca Iglesia de San Francisco. Sus 1.800 habitantes aún conservan sus tradiciones y su pasado, un clrao atractivo que se ve a cada paso. Botes coloridos, jóvenes cantando y parejas caminando de la mano. Todo es color y sonrisas en Praia do Forte.

Además de tirarse al sol con agua de coco o una caipirinha y divertirse con el mar -el buceo, el stand-up paddle, el kayak y el snorkel son de lo más populares-, Praia do Forte ofrece actividades para todos los gustos para disfrutar al máximo de este increíble destino brasileño. A continuación, sus mayores atractivos, y una guía con todo lo que hay que saber antes de viajar.

Castelo García D'Ávila

Los habitantes de Praia do Forte están más que orgullosos del Castillo de los García D'Ávila, uno de los principales monumentos del patrimonio histórico de Brasil y la primera construcción de piedra de su tipo en el país. Es un claro ejemplo de lo que fue la arquitectura militar portuguesa del siglo XVI, y se ubica en la cima de la colina de Tatuapara. Hoy permanecen las ruinas, que se pueden visitar desde el 28 de diciembre del 2002, luego de años de renovación del edificio en sí y de su acompañante Capilla de Nuestra Señora de la Concepción, con más de 400 años de antigüedad.

Projeto TAMAR

Praia do Forte es la sede nacional del Projeto TAMAR, un proyecto que busca proteger las tortugas marinas -en Brasil se encuentran cinco de las siete especies mundiales de tortuga marina-. Es un lugar didáctico para aprender más sobre estos increíbles animales y sus largas travesías alrededor del mundo. El objetivo de esta ONG es rescatar los animales que encuentran en las costas lastimados, rehabilitarlos y volverlos a liberar, salvo en los casos en los que su estado hace que su supervivencia en su ecosistema natural se vuelva imposible. También ayudan a las tortugas que nacen a llegar al mar y sobrevivir. Ya desde hace más de 30 años que la organización estudia y educa sobre estas especies.

Es un paseo ideal para ir en familia, y su centro de visitantes ofrece la oportunidad de ver diferentes especies de tortugas marinas de todas las edades, además de tiburones, pulpos y rayas.

Caminatas por Praia do Forte

El pueblito de praia do Forte es muy acogedor, y se encuentra en un estado impecable, que mantiene su estilo particular y rústico pero lo moderniza. En su pequeña pero atractiva zona comercial se encuentra de todo: boutiques, artesanías, negocios de productos masivos como Havaianas y Melissas, bares, restaurantes, pousadas y supermercados. Es común ver a los habitantes llevar sus sillas a la calle y sentarse a hablar o tocar la guitarra.

Olores y sabores

La comida en Praia do Forte merece su capítulo aparte. La variedad de propuestas gastronómicas es enorme para un lugar tan pequeño como éste. Hay restaurantes internacionales con comida de todo el mundo, pero para una verdadera experiencia hay que probar las exquisiteces locales y los sabores del Brasil. La cocina brasileña es tan variada como deliciosa.

Los mariscos y pescados son protagonistas, así que no hay que dejar de probar un buen risotto con frutos del mar, salmón grillado, camarones -en todas sus preparaciones-, langosta, cangrejo con farofa -realizada a base de harina de mandioca-, ostras y, por qué no, unas clásicas rabas.

El plato brasileño por excelencia es la feijoada. Este típico guiso se encuentra aquí en todas sus variantes. También se destaca el queijo de coalho, un queso a la plancha salado riquísimo. Para tomar, los jugos de frutas como el maracuyá o los cocktails locales como la caipirinha son el adicional perfecto.

Cómo llegar:

Hay un vuelo directo a Salvador de Bahía de Gol vía Aerolíneas Argentinas, pero la vuelta es con escala. También hay vuelos de otras aerolíneas como LATAM, también con escalas. Desde el aeropuerto, tomar un bus hasta Praia do Forte.

Clima:

Esta zona de Brasil se caracteriza por su clima tropical: la temperatura promedio anual es de 28 °C. Puede visitarse durante todo el año, aunque durante la temporada de lluvias -entre mayo y julio- suele haber lluvias fuertes que duran unos minutos, pero que ocurren de manera constante.

Moneda local:

La moneda local es el real. En este momento, 1 real equivale a cerca de 5,5 pesos argentinos. No conviene cambiar dinero en el aeropuerto porque el cambio es desfavorable para el argentino. En el pueblo de Praia do Forte, no todos aceptan tarjetas, por lo que conviene ir preparados con un poco de efectivo.

Dónde alojarse:

Praia do Forte es un destino para todos los bolsillos, con hostels para los más jóvenes y hoteles all inclusive para los que prefieren ir en familia. El Tivoli Ecoresort Praia do Forte es un hotel cinco estrellas ubicado en el interior de 30.000 hectáreas de selva tropical, que cuenta con 12 km de playa dorada, 8 piletas y un spa de lujo.

Atracciones cercanas:

El Castelo García D'Ávila es la estructura arquitectónica de piedra más antigua de Brasil. Projeto TAMAR es un proyecto imperdible que se aboca a la protección de las tortugas marinas que inundan las costas brasileñas.

Dónde comer:

Á Sombra do Coqueiral, con un ambiente exclusivo, ofrece lo mejor de Bahía y de la cocina internacional, con un hincapié en comida japonesa. Es un elegante lugar con vistas al mar, rodeado de palmeras y de las vistas y sonidos de la selva. También resalta Goa, un vibrante restaurante con cocina afro-brasileña e internacional.