Desde que pisó suelo santafesino, Pablo Marini está caminando sobre arenas movedizas. Se encontró con un plantel golpeado, abrumado y con un potencial visiblemente disminuido. Esa peor versión lo recibió. Empezó a probar. Cambió esquemas —ante Huracán fue un 4-3-1-2 de arranque— para tratar de encontrarle la vuelta. Hizo cosas que los otros técnicos no habían hecho. ¿Ejemplos?, darle titularidad a Vadalá y Magallán. “Si sigo en la misma, lo más probable es que esto no cambie y la caida se profundice”, dijo en alguna oportunidad. El clásico era una prueba de fuego. Lo resolvió bien con un empate cotizado de visitante. Decepcionó con Arsenal, más allá de sus apreciaciones post-partido. Pero los últimos dos partidos (Estudiantes y Newell’s) irradiaron una brisa fresca. La derrota con Estudiantes no se valoraba por el mal momento. Pero la victoria contra Newell’s realzó lo que se hizo en la cancha de Quilmes con el Pincha. A veces, los jugadores y los entrenadores suelen decir que “para que el punto de este partido tenga valor, hay que ganar el próximo”. No fue éste el caso, porque ante Estudiantes se había perdido, pero a la hora de hablar de rendimientos, lo de aquél encuentro que terminó en derrota (0-2) se valorizó con la repetición —de cosas buenas— que hubo una semana después, con una victoria que aquietó los ánimos.

Todo esto se tiró para atrás con lo de Parque Patricios. ¿Qué dijo Marini?: “A muchos jugadores les jugó en contra todo lo que pasaba en el ambiente con Huracán. En el segundo tiempo mejoramos. Esa actitud, la de la segunda parte, nos deja muy tranquilos. Creo que Huracán mantuvo la intensidad y nosotros fuimos mucho menos intensos de lo que somos”, dijo el entrenador.

Hasta ahí, medianamente aceptable lo que dice, más allá de que no alcanza lo del segundo tiempo, desde esta humilde óptica, para llegar al extremo de ser “tranquilizador”. Porque, además, Marini dijo que “la generación de juego nos deja tranquilos”. Y lo de Unión no fue tan claro como, por ejemplo, había sido ante Estudiantes. En ese partido, Unión creó muchas situaciones y muy claras. ¿Qué hizo ante Huracán en ese rubro?, un par de remates desde afuera bien atajados por Marcos Díaz (sólo por eso fue figura) y centros que fueron descolgados por el ex arquero de Colón.

Después, Marini habló de lo que viene: “Tenemos que incorporar en calidad para el torneo que viene, no en cantidad. Estamos armando todo conjuntamente con Martín Zuccarelli y con la dirigencia. Estamos todos en la misma línea y con los mismos nombres en mente. Algunos ya los descartamos, porque son inviables, otros no tanto”.

Sin embargo, el primer nombre que aparece en la palestra es el de un juvenil de Ecuador. No se le puede cargar la responsabilidad de jerarquizar un plantel de Primera División del fútbol argentino, con un juvenil ecuatoriano. No se reclaman “nombres”, pero sí deben llegar soluciones. ¿Qué fue una “solución” sin que represente un “nombre” importante?, 1) Triverio; 2) Malcorra. Pero deben ser jugadores con un cierto recorrido, capaces de asumir responsabilidades que, evidentemente, no están para un chico de 20 años al que le falta un natural recorrido. Y aparte, extranjero, con el consiguiente período de adaptación que, en algunos casos, no se da de un día para el otro.

 

“Me puso muy alegre el fin de semana. Todos saben que buena parte de mi corazoncito, es de Colón. Y le ganamos a San Lorenzo. Pero este partido era muy especial para mí por el rival que teníamos enfrente”. Marcos Díaz. Arquero de Huracán

 

“Huracán es así, estamos condenados a sufrir”. Marcos Díaz. Arquero de Huracán

 

¿Hernán Lino?, es un jugador que está dentro de las posibilidades para ser incorporado”. Pablo Marini, Entrenador de Unión

 

Pésima campaña de visitante

 

Los números de Unión como visitante no cierran por ningún lado. En la era Madelón y durante el inicio del ciclo de Juan Pablo Pumpido, ayudaron mucho los resultados de local. Unión se había hecho fuerte en el 15 de Abril, recuperando aquella solidez de otras épocas.

Afuera de Santa Fe, la realidad marca que sólo se ganó un partido de los 14 que se disputaron. Ese encuentro fue el primero de visitante del campeonato y se jugó hace nueve meses, ante Lanús en el sur del Gran Buenos Aires. A partir de allí, fueron cinco empates y ocho derrotas. En total, Unión sumó de visitante sólo el 19 por ciento de los puntos en juego (8 sobre 42).

No sólo la sequía fue de resultados, también de goles. Como visitante, en lo que va del 2017, Unión jugó 8 partidos y apenas marcó tres goles: ante Banfield, Vélez y Colón. Números que hablan por sí mismo de la palidez de la campaña.

¿Quién es Hernán Lino?

 

Al nombre lo mencionó por primera vez el presidente Spahn. Seguramente, alguien se lo “sopló”. O recomendó. Martín Zuccarelli llevaba apenas algunas horas como manager. Parece que no surgió de él. Y Marini, en el vestuario de la cancha de Huracán, le dio identidad cuando señaló que “está dentro de las posibilidades?

¿Quién es Hernán Lino?. Un delantero ecuatoriano, de 20 años, nacido en Babahoyo, que arrancó su corta carrera en Barcelona y jugó esta temporada en Deportivo Cuenca, el equipo que dirige el rafaelino Gabriel Schürrer, con contrato vigente hasta diciembre de este año.

El mismo se encargó de decir, públicamente, que va a jugar en la Argentina. En Ecuador, las noticias eran contradictorias y algunos medios mencionaban a “Colón” en lugar de “Unión” como destino del jugador. Puede haber sido un error.

Viene de jugar el Mundial sub 20 en Corea, donde pudo marcar un gol con la camiseta de su país, en el encuentro ante Estados Unidos. Pero en el Sudamericano clasificatorio —el mismo en el que entramos por el “balancín del baño” gracias a ese resultado ajeno—, había convertido tres goles que le posibilitaron a Ecuador la clasificación.