La ciudad italiana de Taormina, en el extremo este de Sicilia, ya empezó a blindarse de cara a la cumbre de jefes de Estado del G7, que hospedará la semana próxima y supondrá el debut en encuentros multilaterales del presidente de Estados Unidos Donald Trump.

Desde el miércoles pasado y hasta el 30 de mayo rige la suspensión del libre tránsito de ciudadanos europeos (el denominado espacio Schengen) por todo el suelo italiano, como primera medida de contención ante la cumbre con Trump y los jefes de Estado de Japón, Alemania, Canadá, Francia y Reino Unido que hospedará el Premier local Paolo Gentiloni 26 y 27 de mayo.

Serán más de 3.000 militares, además de la policía, en una ciudad con poco más de 10.000 habitantes, precisó el General Claudio Graziano, a cargo de los operativos.

Sobre el monte Tauro, a 200 metros de altitud y a medio camino entre el volcán Etna y el mar Jónico, la ciudad que alberga uno de los más antiguos teatros griegos en pie en el mundo ya se prepara para recibir a los mandatarios de las siete naciones más industrializadas del planeta.

En ese marco, según anunció esta semana el alcalde Eligio Giardina, ya comenzaron a entregarse permisos de circulación a residentes y trabajadores, además de la existencia de un área de exclusión en torno a la sede donde los próximo viernes y sábado se encontrarán Gentiloni, Trump, el francés Emmanuel Macron, la británica Theresa May, la alemana Angela Merkel, el canadiense Justin Trudeau y el japonés Shinzo Abe.