Un joven turista argentino murió esta madrugada en Río de Janeiro tras una pelea con un grupo de brasileños a la salida de un bar en el barrio de Ipanema.

El fallecido fue identificado como Matías Sebastián Carena, de 28 años y originario de Buenos Aires, según la División de Homicidios de la Policía Civil, que está a cargo de la investigación, y confirmado por el Consulado argentino en esta ciudad.

De acuerdo a las primeras informaciones, Carena había participado junto a traes amigos de una fiesta en el bar Barzin Rio Live, de la calle Vinicius de Moraes, a pocos metros del bar-restaurante Garota de Ipanema. Al cerrar el boliche, a las 4:30, los argentinos empezaron a discutir con un grupo de brasileños en la puerta del lugar, sin que hasta el momento se conozcan los motivos. Los guardias de seguridad del bar intentaron separar a los jóvenes, que cruzaron la calle y continuaron los enfrentamientos, ya con golpes y patadas, en la vereda de enfrente.

Allí, en medio de la confusión, Carena cayó al piso y se golpeó la cabeza; fue trasladado al hospital Miguel Couto, en el vecino barrio de Gávea, pero falleció antes de ser atendido por los médicos. Los primeros testigos indicaron que el joven argentino habría caído porque se tropezó con el cantero de un árbol, aunque otros luego señalaron que perdió el equilibrio por una trompada y que los brasileños le siguieron pegando -incluso con un objeto contundente- cuando ya estaba en el piso, inconsciente. Todavía por la tarde, una gran mancha de sangre cubría las baldosas delante de la farmacia Homeo Natural, delante de cuya entrada ocurrió la fatal caída.

"Hasta ahora no hay ningún detenido porque no se logró identificar a los agresores; la policía está tomando declaraciones a testigos", dijo a LA NACION el cónsul de la Argentina en Río, Alejandro Suárez Hurtado, quien se puso de inmediato a disposición de la familia de Carena, en Buenos Aires.

Según pudo saber este diario, los padres de la víctima llegarían hoy mismo a Río para repatriar el cuerpo de su hijo. Carena jugaba fútbol de salón (futsal) en el Círculo Unidos Gon, de la categoría D, y antes integró el equipo G.E.V.S. de la tercer división de futsal. Con diez amigos, había llegado a Río de vacaciones el 18 de marzo y él y otros compañeros tenían fecha de regreso hoy mismo; ante los trágicos acontecimientos, los jóvenes decidieron postergar la vuelta para dar apoyo a los padres de Carena y ayudar en las investigaciones.

La policía ya había retirado las imágenes de las cámaras de seguridad tanto del bar como de la farmacia que, por ser domingo, estaba cerrada. Barzin, sin embargo, volvió a abrir sus puertas para el almuerzo, y la gerente del local, Aline Mattos, afirmó sentirse consternada por lo sucedido.

"Este es un bar muy tradicional y tranquilo, nunca tenemos peleas, aunque todo el mundo bebe mucho. Adentro nadie percibió ningún problema entre los grupos; la discusión habría comenzado ya afuera, una vez que cerramos el lugar y la persiana metálica estaba baja", comentó a LA NACION Mattos, quien resaltó que el local de tres pisos recibe cada noche de fin de semana a unas 200 personas y tiene seis guardias de seguridad.

Los sábados se celebran allí las fiestas Summer Vibes, que son populares entre los turistas extranjeros, y suelen ser muy concurridas por argentinos. El ingreso cuesta 50 reales.

El fallecimiento de Carena recordó al ocurrido el 2 de noviembre último en el balneario bahiano de Morro de São Paulo, donde el argentino Marcelo Gabriel Rey, de 38 años, murió después de una pelea a la salida de un bar. En ese caso también, los golpes de un brasileño -que luego fue detenido- llevaron una caída y un golpe en la cabeza que acabó con la vida del hombre, empleado de otro bar en aquella localidad.