Se trata de F.C. (40), quien fue detenido el pasado martes por la mañana en el microcentro santafesino por agentes de Prefectura Naval Argentina y Policía Federal, luego de que funcionarios del Centro de Asistencia Judicial (CAJ) aporten datos sobre el paradero del sindicado hombre luego de que la Justicia federal, a cargo del fiscal Claudio Kishimoto, ordene su captura.

 

El caso revela, por el momento, cómo operan las mafias que secuestran y comercializan mujeres en la región y qué infierno puede llegar a vivir una mujer en manos de los proxenetas.

 

Antes de todo

 

El caso remonta al inicio del 2012. La víctima, que en ese entonces tenía 22 años, se encontraba sola en la ciudad de Santa Fe y estaba a la espera de tener su primer hijo. En ese entonces, conoció al imputado en la zona de la terminal de ómnibus, ya que el mismo realizaba la actividad de "abrepuertas". Este, en un principio, la sedujo y le brindó contención en su embarazo pero luego de que el niño nació, el calvario comenzó para la joven.

 

Según el testimonio de la víctima, el imputado la drogó y bajo ese estado la trasladó a un prostíbulo en la ciudad de Rosario, el cual la joven nunca pudo identificar dónde estaba situado. Al llegar, la muchacha detectó que el acusado la había vendido por $15.000. Durante un mes, la joven fue obligada a prostituirse durante varias horas al día, junto a otras mujeres. Para soportar aquel calvario, sus captores la obligaban a consumir estupefacientes para no sentir dolor.

 

En el transcurrir del tiempo, la victima logró escapar por una ventana que había en el espacio donde se encontraba. De allí, se dirigió hasta la terminal de Rosario para sacar un pasaje y volver a Santa Fe. Alertados por la huida, sus captores la siguieron desde aquella ciudad hasta la capital provincial, donde la capturaron nuevamente.

 

Con el fin de que la víctima les "devuelva" el dinero que sus captores habían "abonado" al hoy imputado, fue obligada nuevamente, por medio de amenazas, a ejercer la prostitución en la zona de la terminal de ómnibus y Plaza España de Santa Fe. "Saldada" la deuda, el calvario no terminó sino que continuó.

 

Sus captores de Rosario la vendieron y la trasladaron a la ciudad de Córdoba, donde estuvo privada de su libertad en otro prostíbulo y debió seguir siendo explotada sexualmente. Meses después, cuando intentaron trasladarla en un colectivo a la provincia de Corrientes, ella y otra mujer lograron escapar y denunciar el caso.

 

La causa y sus inicios

 

Tras la huida de la red de trata, la mujer decidió denunciar todo lo vivido y el 28 de septiembre del 2015, los funcionarios del Centro de Asistencia Judicial (CAJ), Federico Lombardi y Agustín Roubineau, tomaron intervención en el caso y brindaron el asesoramiento y la respectiva asistencia interdisciplinaria a la mujer, la cual en la actualidad tiene 25 años. Seguidamente se le efectuó a la víctima una Cámara Gesell para que detalle aún más su denuncia.

 

Detenido en pleno centro

 

Tras la presentación de la denuncia en el Juzgado Federal Nº 2, partió del organismo una orden de captura del acusado, F.C. En tal sentido, luego de unos meses, el sujeto terminó siendo encontrado en la zona del microcentro de Santa Fe, tras datos aportados por los funcionarios intervinientes del CAJ.

 

Por tal razón, el pasado martes 13, agentes de la Policía Federal y Prefectura Naval Argentina encontraron al imputado en Primera Junta y San Jerónimo. Allí fue detenido y puesto a disposición de la Justicia federal.

 

Un día después, el juez Francisco Miño indagó al imputado por el delito de trata de personas y este se negó a prestar declaración y a su vez no aceptó preguntas del fiscal Kishimoto. Para los próximos días (dentro del plazo establecido de 10 días), el magistrado deberá determinar si procesa al hombre y continuar con la investigación.