El presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger, realizó una encendida y frontal defensa de la política monetaria que lleva a cabo desde el ente monetario ante un nutrido auditorio de industriales, uno de los sectores que mayores críticas ha formulado a las altas tasas de interés vigentes.

"Atacar la política de desinflación que lleva adelante el Gobierno es atentar contra el crecimiento y nuestra capacidad productiva, tan central para tener una industria sana y pujante", sentenció el jefe de la autoridad monetaria durante una intervención en la 22° Conferencia Anual de la Unión Industrial Argentina (UIA).

Para Sturzenegger, "atacar la política de desinflación del BCRA no sólo es un error, sino lo es incluso visto desde la perspectiva de vuestros propios intereses", una clara referencia a las críticas que la cúpula de la UIA le viene formulando en las últimas semanas.

Muy crítico con las demandas de créditos "blandos" y defensor a ultranza de unas tasas de interés reales positivas, el presidente del Central aseveró que "sólo si creyéramos únicamente en el presente, si no pudiéramos ver más allá de un trimestre o dos, se nos puede cruzar por la cabeza comprometer el futuro (...) renunciando a una lucha consistente y definitiva contra la inflación".

También repasó la evolución de algunos precios sectoriales en el último período, destacando el acomodamiento del sector automotor "al accionar que viene mostrando la política monetaria, generando un significativo crecimiento en las ventas".

Por el contrario, mencionó a los precios del cemento como desconectados del "sendero de desinflación", con valores en alza del 3% en mayo, en julio y en septiembre.

Al referirse al "eterno pedido del sector industrial por créditos blandos", afirmó que "si el crédito es blando, no puede existir en cantidades relevantes, porque no hay nadie que lo financie".

"Tenemos que entender que para tener crédito, necesitamos primero depósitos y para tener depósitos, necesitamos pagarle una tasa de interés real positiva al depositante. Eso, necesariamente, implica que se deberá pagar una tasa de interés real positiva por los créditos", concluyó.

En este sentido, dijo que "hoy las tasas nominales promedio de financiamiento en pesos para la industria son más bajas que el año pasado, pero claro, hoy hay un Banco Central que se preocupa por la inflación", subrayó Sturzenegger en una abierta reivindicación de la política de endurecimiento monetario que el BCRA llevó a cabo principalmente en el primer semestre.

Al referirse a la política crediticia que implementa el BCRA señaló que el crédito total en los últimos cuatro meses ha revertido la tendencia de la primera parte del año y ha acumulado un incremento real del 4,2% en el período.

Un auditorio colmado de industriales de primera línea, de PyMEs, de cámaras provinciales y sectoriales, así como de consultores y economistas que trabajan en este segmento económico, escuchó en total silencio la alocución del titular del ente monetario, quien se retiró del auditorio inmediatamente de concluida su exposición.

En el último tramo de su discurso, el banquero central se ocupó de analizar lo que está ocurriendo con el tipo de cambio y las perspectivas que abre su política de tipo de cambio flexible en un mundo caracterizado por la incertidumbre y la volatilidad financieras.

Sobre la cuestión internacional, admitió que "la nueva Administración de Estados Unidos probablemente mueva las finanzas de ese país hacia un equilibrio con mayores tasas de interés y apreciación global del dólar", por lo que "respiro aliviado que tengamos un tipo de cambio flexible que nos permita desligarnos de esa apreciación, preservando la competitividad de nuestra economía".

Asimismo, insistió, como en otras ocasiones, que "el tipo de cambio no es un ancla de nada para este BCRA, así como tampoco es un elemento que será manipulado adrede como herramienta de corrección".

Al analizar la evolución de los tipos de cambio reales bilaterales, en particular de la producción manufacturera, en directa vinculación con la situación del rubro fabril, Sturzenegger aseguró que el sector manufacturero argentino ha tenido una ganancia de competitividad de un 50% frente a Brasil, en términos reales y efectivos, respecto al período previo a la eliminación del cepo.

Además, elogió la política económica del Gobierno nacional que "permitió que las manufacturas argentinas sean un 27% más competitivas en los mercados internacionales".