Desde que abrió sus puertas en el hospital Iturraspe, el pasado 3 de marzo, la Unidad de Atención para Personas Sordas (Uaps) atendió 63 consultas que provinieron de 39 pacientes. La cifra, que puede resultar escasa a simple vista, resulta más que significativa para el equipo de trabajo que conforma el espacio y también para la comunidad sorda en general, que encontró allí un puente que lo conecta con un derecho que implícita o explícitamente tenía negado.

Y es que históricamente las personas sordas se sintieron excluidas del sistema de atención de salud en términos comunicacionales, ya que en varias ocasiones no pudieron explicarle a los profesionales qué era lo que sentían o bien eran estos últimos los que no sabían decirles qué hacer.

Por cuanto la apertura de la Uaps vino a establecerse como un lugar de interacción y asesoramiento muy importante para las personas sordas, no solo en lo referido a su atención primaria de la salud –que es a lo que apunta principalmente– sino también en lo concerniente a la recuperación de sus historias clínicas.

"El objetivo de la unidad es apuntar hacia la vida autónoma e independiente de las personas sordas, por cuanto lo que se busca es orientarlas respecto de lo que deben hacer para cuidarse, acompañándolos en una consulta si se requiere con un intérprete o mediador; haciendo los vínculos con otros servicios que puedan estar fuera del Iturraspe; o similares", comenzó a explicar una de las asistentes sociales del espacio, Candelaria Sánchez, quien aseguró que "el acompañamiento se orienta a garantizar que su problema se podrá resolver".
En ese sentido, la profesional detalló que la idea es que "una vez que el sordo ingresó a la unidad, no se sienta nunca más solo y se vea siempre acompañado por los profesionales que él requiera"; y aseguró que en ese contexto es que "todos los profesionales del equipo se involucran para la resolución de cada caso".

Desde otra perspectiva y apuntando hacia la importante intervención de cada miembro, la médica generalista Fiorella Gieco detalló cuál es la diferencia entre el rol de los intérpretes y los mediadores: "Los primeros cumplen la función de interpretar las dos lenguas siendo totalmente neutrales en esa tarea, es decir que solo se limitan a traducir lo que dice el oyente y el sordo y viceversa; y los segundos (que también son persona sordas), por su parte, son un puente cultural entre la comunidad oyente y la sorda, ya que intervienen cuando el proceso de comunicación se dificulta sobre todo por limitaciones que hacen al conocimiento de uno y otro (paciente y profesional o viceversa), su edad y demás características".

En ese contexto, las integrantes de la unidad hicieron hincapié en que "muchas veces suele creerse que solo con un intérprete pueden traspasarse las barreras comunicacionales" y rescataron en este contexto la figura del mediador.
Algunos detalles

Cabe resaltar que la Unidad de Atención para Personas Sordas –que funciona los lunes, miércoles y viernes, de 13 a 17, en uno de los consultorios externos del hospital Iturraspe (puerta Nº 19)– está a disposición de los ciudadanos de todas las edades y sexos.

"Podría decirse que estamos abiertos a toda la comunidad que considere que nuestra intervención es necesaria", mencionó Candelaria Sánchez y Fiorella Gieco completó: "Muchas veces pasa que hay adultos oyentes que tienen a cargo un niño sordo, o lo mismo adultos sordos que tienen hijos oyentes, que encuentran en la unidad un puente importante, no solo para saber cómo asistir a su familiar sino también para interpretar qué le pasa".

Asimismo y para cerrar, las mujeres dejaron en claro que todas las consultas que se reciben se resguardan en los términos del "anonimato", en el sentido de que se resguardan bajo las características del "secreto profesional".

Por último, centradas en que la unidad es única en sus características en la provincia y el país, y la segunda en Latinoamérica (funciona una en un hospital de Uruguay), las profesionales afirmaron que "están en constante evaluación de la proyección de su trabajo".

"Nos reunimos todos los viernes para evaluar el crecimiento y las dificultades, analizar cómo resolver lo que se presenta y demás", dijeron, al tiempo que rescataron el compromiso de los profesionales del nosocomio por involucrarse (50 están participando de los cursos de Lengua de Señas Argentinas que se realizan todos los miércoles de 11 a 13 en el hospital), de los organismos que intervienen para su funcionamiento y la comunidad en general.

Más datos

Para más información, los interesados deben comunicarse al teléfono 0342-154023851 o a través del perfil de Facebook de la unidad (por mensaje privado).

Cómo fue el paso a paso de su conformación

El proceso de creación de la Unidad de Atención para Personas Sordas se inició en agosto de 2014, cuando los equipos del Proyecto de Extensión de Interés Social (Peis) "Hacia la autonomía y la participación social de las personas con discapacidad", de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), le presentaron la propuesta a los directivos del hospital Iturraspe.
Y su conformación –inédita en sus características para la Argentina– se logró gracias al respaldo de los directivos del nosocomio, el apoyo de los integrantes de la Asociación de Sordos de Santa Fe (Asorsafe), del gobierno de Uruguay y de la provincia de Santa Fe.

Conformación

El espacio hospitalario cuenta con la intervención de un amplio equipo de profesionales que manejan la Lengua de Señas Argentinas (LSA), dos intérpretes y dos mediadores, quienes sirven de puente cultural entre la comunidad de los oyentes y la comunidad sorda; además, del trabajo fundamental de una médica generalista, una psicóloga, dos trabajadores sociales y una secretaria.
A ellos se les suman los aportes que hacen los representantes de la UNL, que siguen apoyando el desarrollo de la propuesta.