Sin la presencia de Leonardo Carol Madelón —pidió unos días más de vacaciones y volverá la semana que viene—, el plantel profesional del Club Atlético Unión volvió hoy en Casasol a los entrenamientos con varias bajas respecto de un grupo que tantas alegrías generó en el hincha hasta hace tan poco tiempo. Y, por lo que trascendió, pueden generarse más novedades, ya que ahora es Ema Brítez —cuyo pase es ciento por ciento del club— el que tiene pasaporte con destino a México.


Sin dudas que México es el destino “de moda” cada vez que Unión decide sacar —por decisión propia o por obligación— a un futbolista de la Argentina. Le pasó hace un año cuando se fueron los muchos goles de Enrique Triverio al Toluca de México.


Ahora, en la apertura de este mercado “largo” de invierno en la Argentina, otros dos jugadores tatengues se fueron a México. El primero, Ignacio Malcorra, se llevó sus 20 goles y sus casi 30 asistencias de gol al Xolos de Tijuana, supuestamente por una suma cercana a los 800.000 dólares a cambio de la mitad de los derechos económicos y la totalidad de los derechos federativos.


El otro jugador que se fue para la tierra de los mariachis fue el goleador Claudio Riaño (7 goles en 14 partidos sin patear penales), cuyo pase quedaba su poder el 30 de junio si es que Unión no hacía uso de opción por la compra. La mitad de Riaño estaba fijada en 400.000 dólares, algo que los dirigentes consideraron excesivo. “Nos interesa renovar pero a préstamo”, dijeron desde Santa Fe. Luis Grillo, representante del jugador y agente preferido en el mercado mexicano, dijo no y lo colocó directamente en el conocido club Necaxa.


En medio del éxodo a México, se dio un alto en el camino, porque el que se fue esta semana es Santiago Zurbriggen, también con el contrato vencido al 30 de junio y con el pase en su poder, al último campeón del fútbol criollo. Firmará por tres años un contrato superador al que le pagaba Unión y posiblemente pida la casaca “15” que usaba su amigo Diego Barisone, trágicamente desaparecido en un accidente automovilístico.


Ahora, el día previo a la vuelta del plantel, ayer otro jugador abrió fronteras para México.

Se trata de Ema Brítez, jugador que mantiene una relación de amistad con Facundo Vega, hijo del recordado ex presidente Juan Leonardo Vega. Es “Facu” Vega quien discutió sus primeros contratos, pero ahora es “el Polaco” Marcelo Daniel Kobistyj (ex futbolista) quien le acercó una oferta concreta del fútbol de México.


Por lo que pudo averiguar El Litoral, el propio presidente Luis Spahn ya sabe cuál es el club y cuál es el monto que está dispuesto a invertir para llevarse a Ema Brítez a México. La institución que está interesada en el lateral tatengue es el Chiapas.


Muchos se preguntan, además de una economía dolarizada como es la mexicana en el mercado futbolero, ¿por qué el desembarco masivo de jugadores argentinos hacia ese destino? Se dice que, desde esta temporada, se dio un cambio en la reglamentación de futbolistas que le permite a cada club en México tener en su plantilla “hasta diez futbolistas extranjeros” y los otros ocho restantes nacionales.


Así, el Efecto Tequila con los jugadores de Unión se da en su máxima expresión: se fue “Nacho” Malcorra con 20 goles a Xolos de Tijuana, Claudio Riaño con siete gritos al Necaxa y ahora es el Chiapas el que viene con todo a la carga por Ema Brítez. ¿Se irá también el lateral, siguiendo los pasos del todocampista sureño y del punta cordobés?


¿Vuelva Brasca?


Recién en las próximas horas terminará el hermetismo con el cual se maneja el presidente Luis Spahn en el armado de la lista en su próxima Comisión Directiva.

Además de la inserción del Dr. Marcelo Martín como vicepresidente, es un secreto a voces que volverá a integrar la directiva Fabián “Curly” Brasca, que obviamente se sumará al fútbol profesional.