El entrenador del plantel profesional del Club Atlético Unión, Leonardo Carol Madelón, viajará este fin de semana a Europa donde lejos de ir a ver formas de entrenar en el Viejo Continente aprovechará para “desenchufarse”, descansar, pasear y empezar a pensar en el nuevo equipo. Que deberá jugar —más allá de que hoy por hoy todo es incertidumbre— una temporada 2016/2017 larga que tendrá lindos incentivos coperos pero que también tendrá cuatro descensos a la vuelta de la esquina.


El mismo Leo Madelón admitió una larga charla con el presidente rojiblanco antes del último partido frente a Estudiantes. El máximo dirigente del Club Atlético Unión, que consume su tiempo en el armado de la nueva Comisión Directiva donde generaría algunos “sacudones” importantes de nombres o cargos, recibió las inquietudes del hoy técnico.


Nadie duda que Madelón, torneo a torneo, se fue jerarquizando en el banco de Unión como entrenador, por lo que no es descabellado suponer que de cara al año “largo” que se viene —torneo de 12 meses— tenga algún tipo de reconocimiento o ajuste económico en su contrato. Eso por un lado, en un terreno donde no habrá demasiados inconvenientes para que se pongan de acuerdo las partes.


Por el otro, está la idea de intentar algo ambicioso, al menos ratificando la idea de “sumar la mayor cantidad de puntos posibles”, pero ya no sólo apuntando a mantener la plaza sino intentando pelear mucho más arriba y acercarse al objetivo de jugar alguna de las copas continentales.

Está más que claro que el “nuevo” Unión dependerá, en un ciento por ciento, de la venta o no venta de Mauricio Martínez e Ignacio Malcorra. Son, claramente, dos jugadores desequilibrantes en un mediocampo donde se complementó a la perfección Acevedo, aparece Gamba por derecha en su nueva función y ahora parece ser el tiempo de rodaje para Nagüel.


Ayer, de casualidad, el presidente Luis Spahn se cruzó en Capital Federal con Cristian Bragarnik, representante de Madelón y de varios jugadores del actual plantel, entre ellos Ignacio “Nacho” Malcorra.


“La verdad, si es por preguntar muchos preguntan. Pero por ahora no hay nada firme por Malcorra”, fue la respuesta del empresario de moda en el fútbol argentino. Hay una realidad que hoy paraliza a todos: estamos en el final de mayo y el próximo torneo comenzará a principios de agosto. “Falta demasiado para que alguien mueva un dedo por alguien”, comentan los dirigentes.


En cuanto a Mauricio Martínez, la situación es similar a la de Malcorra: por ahora, Ricardo Schliepper —su representante— no tuvo ninguna oferta formal ni interesante para su jugador. Acaso por eso y para bajar decibeles, el mismo “5” de Santo Tomé deslizó: “Me quiero quedar seis meses más en Unión”.


Para que Unión pueda dar ese famoso “salto de calidad” es indispensable generar ingresos, algo que sólo garantizan las ventas de Malcorra o Martínez. ¿Qué va a pasar si no se va ninguno de los dos?, es hoy una pregunta sin respuestas.

Además, hay dos jugadores con contratos vencidos en el actual plantel profesional de Unión y en ambos casos, el cuerpo técnico dio el visto bueno para iniciar las acciones de renovación.


Uno es Santiago Zurbriggen, jugador de la casa y con gran sentido de pertenencia, cuyo representante ya tiene arriba de la mesa los números que Unión le ofrece para que siga vistiendo la roja y blanca abastonada.


El otro es Claudio Riaño, delantero que llegó en su momento interrumpiendo el préstamo firmado con Independiente y ahora está vencido. Si bien vino de Avellaneda, ya el jugador no tiene más nada que ver con el Rey de Copas, porque el pase está en poder del empresario cordobés Luis Grillo, que es el mismo que representa a Enrique “Kike” Triverio.


“Tenemos que hablar con Grillo, no con Independiente”, confió hoy un dirigente a El Litoral. Como se sabe, el mercado fuerte de Grillo es —desde hace años— el fútbol mexicano (por eso lo llevó a Triverio al Toluca). Sin hacer locuras, Madelón quiere que Claudio Riaño siga en el plantel, en una línea del equipo donde la nueva posición de Gamba como carrilero, la lesión de Soldano y el fracaso del paraguayo Rodríguez, lo obligarán a Spahn a salir al mercado de pases de invierno en busca de goles.