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Sociedad 21.05.2016

SANTA FE

Una familia busca desde hace 7 años a su hija desaparecida

Sus padre perdieron contacto con el 29 de mayo de 2009 y denuncian que fue víctima de trata. Ella ejercía la prostitución bajo el control de su novio. Reclaman que la Justicia investigue el caso con la seriedad que amerita.

Por: Agenciafe /

 Natalia Acosta tenía 21 años cuando desapareció “misteriosamente” en pleno centro de Santa Fe donde ejercía la prostitución bajo el control de su novio. La justicia federal comenzó investigando un presunto caso de trata pero, ahora, está a cargo de la justicia provincial como un “pedido de paradero”.
 
Siete años de búsqueda infructuosa por parte de sus padres -que no fueron habilitados como querellantes-, un derrotero investigativo que va desde allanamientos en barrios santafesinos y en Rincón, operativos en wiskerías de Recreo, posibles pistas que conducen a España y hasta el hallazgo de su celular a metros de un local nocturno de Santa Fe componen el complejo escenario judicial plagado de falencias, según la denuncia de numerosas organizaciones que reclaman saber qué pasó con ella.
 
El 29 de mayo de 2009, E. R., pareja de Natalia (sospechado de ejercer violencia sobre la joven para obligarla a prostituirse), intentó sin éxito comunicarse con ella, pero nunca más respondió el celular con el que salía a trabajar en las calles céntricas de la ciudad.
 
A las pocas horas, sus padres, María Cristina Balán y Ariel Acosta, comenzaron a buscarla alertados por el novio de Natalia y hasta el día de hoy la justicia no tiene respuestas sobre lo sucedido.
 
Los testimonios llevan a un cliente de Natalia que habría estado con ella esa misma noche, pero no se avanzó mucho más en esa línea.
 
Por su parte, el novio de la joven fue citado como testigo por la justicia federal en los albores de la investigación. Allí dijo tener informaciones “muchas y no confiables”, y descartó que la chica se haya ido por su propia voluntad, pero jamás se le amplió la declaración. Tampoco se lo investigó por supuesta violencia de género contra su pareja.
 
Así consta en el documento hecho público por el Foro Santa Fe Contra la Trata; Campaña abolicionista ni una mujer más víctima de las redes de prostitución; GENERAR, Mujeres en Actividad; INADI Delegación Santa Fe; y el Programa de Género de la UNL, entre otros organismos e instituciones.
 
¿Dónde la llevaron?
 
Según consta en el expediente por averiguación de paradero, un hermano de Natalia preso en la cárcel de Coronda recibió información sobre los lugares donde habría sido llevada la joven, a partir de lo cual se produjeron allanamientos en viviendas de los barrios Barranquitas y Roma, todos con resultados negativos.
 
En junio de ese mismo año, un vecino de sus padres recibió el dato de que habría sido vista en un automóvil “semidesmayada” en San José del Rincón. Hasta allí fueron los investigadores pero tampoco encontraron nada y se abandonó esa pista.
 
El celular
 
En 2011, Gendarmería encontró el aparato celular de Natalia. Estaba en manos de un hombre identificado como M.E., en una verdulería sobre la ruta 2, que comunica Santa Fe con Monte Vera. Casualmente, junto a ese local funcionaba una wiskería.
 
Luego de dar diferentes versiones, el sujeto relató que lo habría comprado en el Mercado de Productores de Santa Fe, pero la justicia provincial nunca requirió información sobre dicha investigación, según se señala en el documento difundido, basado en el expediente.
 
Ya en 2012, y a partir, nuevamente, de datos aportados por la familia de la joven, el juez de Instrucción Darío Sánchez, ordenó allanar una “casa de tolerancia” situada en Recreo, porque sus padres informaron que Natalia era llevada a ese local los fines de semana. El resultado fue otra vez el mismo: negativo.
 
El voto que no fue
 
Entre los datos curiosos de la causa figura un certificado de Natalia justificando su inasistencia a votar en las elecciones primarias de Santa Fe en 2013, dato detectado por el Programa de Género de la UNL.
 
Sin embargo, al solicitar información a la Secretaría Electoral Provincial, el organismo aporta el certificado mencionado y anexa, además, el comprobante de emisión de voto.
 
¿Natalia fue a votar por su propia voluntad o intentaron simular su sufragio para no levantar sospechas sobre un posible secuestro? ¿Por qué aparecen dos constancias contrapuestas? Ahí se corta otro hilo investigativo, ya que los registros de la Secretaría fueron destruidos.
 
Llevada al exterior
 
Frente a la posibilidad de que haya sido traslada a otro país, el Centro de Asistencia Judicial puso en conocimiento del tema a la Dirección Nacional de Migraciones, que nunca remitió las constancias de entradas y salidas de Natalia desde 2009 a la fecha.
 
Mientras tanto, siguieron surgiendo llamadas anónimas que alimentan la hipótesis de que la joven fue llevada al exterior: algunas de ellas apuntaban a que “fue vendida a España”, pero tampoco se avanzó en esa investigación.
 
La lucha de los padres
 
María Cristina y Ariel siguen esperando la reacción de la justicia. Desde el fuero federal se transfirieron todas las actuaciones al juzgado de instrucción de la Quinta nominación del fuero provincial, entre ellas, escuchas telefónicas y un CD con archivos del celular de la víctima, pero el juez Darío Sánchez “negó tener pruebas a su disposición”, dice el documento.
 
Finalmente, reclaman que los padres sean aceptados como querellantes, que se les otorgue un resarcimiento por el daño que sufrieron ante la falta de acceso a la verdad y la justicia, además de reclamar celeridad por parte del Poder Judicial.
 
Mientras tanto, la foto de Natalia seguirá empapelando la ciudad de Santa Fe para que nunca se olviden de seguir buscándola.

“Un libro no acabará con la guerra ni podrá alimentar a cien personas, pero puede alimentar las mentes y, a veces, cambiarlas”

Paul Auster