Deportes 04.05.2016
OSELLA INTENTÓ EN ESTOS DOS MESES ARMAR UN EQUIPO SÓLIDO
La realidad con la que se encontró ni bien asumió la conducción técnica fue más crítica de lo que esperaba. Si bien le cuesta una enormidad ganar, se alejó de la inestabilidad, las derrotas y los goles en su arco.
Por: Agenciafe/La Capital /
La realidad con la que se encontró Diego Osella ni bien asumió la conducción técnica de Newell's fue más crítica de lo que esperaba. Tuvo que ser paciente y probar una y otra vez hasta encontrar un equipo que como mínimo ofreciera mayor resistencia a sus rivales. La estructura se fue haciendo medianamente sólida con el transcurso del torneo y si bien le cuesta una enormidad ganar, y a la vez convertir, por otro lado se alejó de la inestabilidad, las derrotas y los goles en su arco, a tal punto que mantiene el cero hace cuatro partidos. El entrenador es adepto a un estilo diferente al del reciente Newell's del Tata Martino y algunos de sus sucesores, con un juego más vertical e intenso, aunque tales características no las puede desarrollar tal cual quiere. Existen varios circunstancias que se lo impiden.
El fútbol vistoso de la Lepra de años atrás, elogiado en todos lados, es pasado. Las contingencias lo obligaron a cambiar. Más allá de que es comprensible que se le exija en la actualidad una mayor agresividad, porque cuesta aceptar este momento por el que atraviesa, lo prioritario fue hacerse fuerte hacia atrás. Y si se llegó a este presente no fue casualidad.
Osella fue capaz de revertir un conjunto que ante la menor contingencia adversa daba la sensación que se caía a pedazos. Fue sumando empate tras empate, con una sola caída al comienzo de su ciclo, frente a Lanús (0-3), el mejor conjunto de la temporada. Ganó una sola vez, ante Huracán (1-0), y en otras no estuvo lejos de la victoria.
Newell's no luce y en sus mejores momentos durante los partidos no logra establecer una superioridad clara sobre el rival. A todo esto le cuesta mucho llegar al gol. Como contrapartida, cada vez ofrece menos fisuras y hasta cuando es dominado no queda expuesto como sucedió al principio del torneo y durante las primeras fechas en las que Osella estuvo en el banco.
Tuvieron que transcurrir cuatro partidos desde que llegó Osella para interrumpir las variantes en la defensa y que se mantengan los nombres en los últimos cinco encuentros: Luis Advíncula, Marcos Cáceres, Nehuén Paz y Emiliano Insúa. De esa etapa de pruebas, quedaron afuera de los titulares Sebastián Domínguez, Leandro Fernández y Fabricio Formiliano. Además, Luciano Pocrnjic se afirmó en el arco y relegó a Sebastián D'Angelo.
Para proteger a la defensa y colaborar con los centrales, Diego Mateo, el relegado en la etapa de Lucas Bernardi, se convirtió en el volante tapón siempre dispuesto a dar una mano a los de atrás, en especial a la zaga central. Junto a Pomelo, Osella ubicó al juvenil Jalil Elías para colaborar en el quite y conectar la defensa con el medio.
Tan importante es para Osella que el equipo no ofrezca huecos que el juvenil delantero Héctor Fértoli se ganó un lugar entre los titulares, con el gol que le hizo a Huracán, teniendo la obligación de estar atento a la subida de su marcador lateral. Justamente, a partir de esa preocupación defensiva, aparte de que anda torcido para el arco, lo mandó al banco a Ignacio Scocco, manteniendo adelante a Maximiliano Rodríguez y Lucas Boyé (otro que no la mete), además de que recuperó a Mauro Formica para la creación.
Los goles escasean, en el arco y en el contrario. Newell's llega poco y no las aprovecha. Pero le llegan poco y no le convierten. Juega a lo que puede. Nada es casual. Se trata de la consecuencia de una etapa del club que se aproxima a su fin y que tiene errores diversos a tener en cuenta para entender con que dificultades Osella trata de sacar el equipo a flote.
Culpas repartidas. La crisis institucional no es un tema menor. Son pocos los que siguen conduciendo los destinos del club hasta las elecciones. Por lo bajo cuentan que la presencia de dirigentes junto al plantel es prácticamente nula. Los futbolistas se sienten aislados.
Ese aislamiento es el mismo que generaron algunos futbolistas en los últimos tiempos, a partir de comportamientos propios de quienes se creyeron dueños del club y no fueron humildes tras la gloria conquistada con Martino, como confió una persona que estuvo bien cerca del plantel profesional. Esta misma fuente cuestionó a ciertos futbolistas que se llenaron la boca con el sentido de pertenencia y después hicieron lo que quisieron.
Martino tuvo espalda para comandar a figuras, mientras la dirigencia quedaba en un segundo plano, relegados por la figura del entrenador. Sin el actual técnico de la selección, la cuestión cambió. A los demás entrenadores les costó manejar a los futbolistas, incluido el propio Américo Gallego, traído para renovar el plantel y darle lugar a los de inferiores. Uno de esos entrenadores llegó a confesar que cuando daba la charla técnica había jugadores que hablaban entre ellos de cualquier otra cosa.
Entre dirigentes, técnicos y futbolistas se reparten las culpas, según el grado de responsabilidad, que desencadenaron en esta realidad. Pretender que Osella ofrezca mucho más de lo que se ve con el equipo es ilógico.