La semana pasada el bloque de concejales Santa Fe es una Sola, presentaron dos proyectos relacionados con la narcolemia. Uno de ellos contempla la realización de una campaña de prevención de accidentes de tránsito por consumo de estupefacientes. En tanto, el otro propone la modificación del reglamento de tránsito tras la introducción de controles de narcolemia además de la alcoholemia.

El primero, tiene como principal objetivo “promover la concientización del uso de sustancias a la hora de conducir educando, fomentando y promoviendo sobre los riesgos de manejar habiendo consumido estupefacientes, su peligrosidad e impulsar acciones tendientes a desalentar la ingesta”, contó la concejala Marianela Blangini.

Por otro lado, el control de narcolemia se llevaría a cabo a través de unas pipetas que, con una muestra de saliva del conductor, detectan la presencia de hasta siete sustancias en el organismo. El índice de tolerancia propuesto para este caso es de 0%. En caso de aprobarse, se determinarían los costos a través de llamado a licitación. No obstante, los concejales consideran que cualquier tipo de costo, por elevado que sea, es menor a la hora de compararlo con salvar una vida.

La pipeta detecta principalmente sustancias como cocaína y cannabis. En el caso de los medicamentos, la concejala, considera que los médicos deben ser aquellos que alerten sobre sus efectos adversos al volante.

Blangini explicó que el fin de estos proyectos no es “criminalizar el consumo, sino que el Municipio ejerza la prevención y el control de las personas que conducen bajo los efectos del alcohol o de narcóticos”.

En el país se implementa de manera exitosa en Bahía Blanca y en Rosario, donde se transita un período de prueba.