A tres meses de la gran crecida del Paraná, la provincia de Santa Fe registra todavía casi 1.500 evacuados, la mayoría de ellos en los departamentos La Capital y Garay, en el centro este de la bota, según un relevamiento del Ministerio de Gobierno y Reforma del Estado. Mientras tanto los cauces de este río y del Salado sufrieron un pronunciado crecimiento en los últimos días y el pico ya ingresó al norte provincial la semana pasada, aunque con medidas inferiores a las de la inundación de diciembre y enero.

Ayer, en el hidrómetro del Puerto de la ciudad de Santa Fe, el Paraná marcó 5,76 metros (6 centímetros por encima del nivel de evacuación), lo que significó que en cinco días creció 48 centímetros.

Además, la nueva subida del río Paraná viene acompañada por un alto nivel en el río Salado, que ayer tenía una altura de 5,59 metros. Las localidades más afectadas son Santa Rosa de Calchines, Santa Fe capital, y Arroyo Leyes.

Último parte. Así lo consigna el último parte oficial del Ministerio de Gobierno, emitido el 24 de marzo, donde se da cuenta de un total de 710 personas (199 familias) evacuadas en el departamento La Capital, 436 (79 familias) en el Garay, todas de Santa Rosa de Calchines, 164 habitantes (47 familias) el General Obligado, repartidas entre Reconquista y Las Toscas, 89 entre Romang y San Javier, y 75 en Arocena. En total, la provincia registra 1479 evacuados.

Muchas de estas personas permanecían evacuadas en escuelas, polideportivos municipales, clubes y otras instituciones, como en la Sociedad Rural de San Javier.

Personal del Ministerio de Salud de Santa Fe continúa con la atención sanitaria en los refugios, distribuye drogas a través de Dirección Provincial de Medicamentos para prevenir la leptospirosis, mientras desde la cartera de Desarrollo Social local se realiza un monitoreo del nivel de los ríos y su incidencia sobre las localidades afectadas.

Atentos a la creciente. Con relación al segundo pico de crecida del Paraná, Marcos Escajadillo, secretario de Protección Civil provincial, indicó que "ya ingresó a la provincia de Santa Fe al inicio de la semana pasada". Las mediciones que registra Prefectura Naval Argentina en el norte provincial indican que el nivel más alto de esta segunda inundación a la altura del Puerto Reconquista, ya se habría presentado hace cinco días con un máximo muy inferior (5,89 metros) al que se había medido el 29 de diciembre, cuando se registraron 6,27 metros.

"Estos datos nos marcan que se viene realizando una bajante lenta, pero bajante al fin. Las distintas mediciones que realiza Prefectura en el Puerto de Santa Fe están marcando una lenta crecida, que según expresan desde el Instituto Nacional del Agua, con todas sus perspectivas, va a ser inferior a los 6,61 metros a los que se había llegado el 5 de enero, incluso no llegaría ni a los 6 metros", subrayó Escajadillo a Diario UNO.

Desde Protección Civil, Escajadillo recorre semanalmente diferentes puntos de la provincia para trabajar en conjunto con las autoridades locales. "Estamos en contacto permanente con los intendentes y presidentes comunales, analizando, sobre todo, los fenómenos de lluvia que se puedan presentar en el futuro, que hemos visto en las últimas semanas, muchos de ellos muy fuertes, con abundante agua caída en muy poco tiempo, acompañados de ráfagas de viento", agregó el secretario de Protección Civil.

Compuertas abiertas. "Lo alentador es que con estas mediciones de Prefectura y los pronósticos del INA, las compuertas que se tenían cerradas para el drenaje de toda la lluvia de distintas localidades costeras, hoy están abiertas. Esto provoca que el drenaje de lluvia se vea favorecido y se realice por gravedad, reteniendo todas las acciones de refuerzo con sistema de bombeo y grupos electrógenos, los cuales se suministraron a los diferentes municipios y comunas desde el gobierno de la provincia", resaltó Escajadillo.

Según indicaron desde Protección Civil, las zonas más afectadas aún por la creciente son los departamentos Garay, La Capital y General Obligado, donde en Reconquista todavía hay un gran número de evacuados.

"Si bien descendió, todavía tenemos un río alto que genera complicaciones, como socavones o problemas con diversas estructuras", manifestó Escajadillo, y finalizó: "Estamos muy atentos a los fenómenos de las lluvias, trabajando en todas las localidades afectadas. Por este motivo, es que resaltamos la responsabilidad ciudadana de colaborar y tomar recaudos en situaciones de aletas meteorológicas, como por ejemplo, los residuos domiciliarios. Con la colaboración activa de los todos vecinos y con nuestro trabajo, se pueden minimizar los fenómenos climáticos".

Desde fines de 2015. El problema de la crecida y las evacuaciones se intensificó a fines del año pasado, cuando el nivel del agua comenzó a crecer peligrosamente y obligó a muchas familias a dejar sus hogares.

Tal cual lo publicó LaCapital en su edición del 5 de enero, al momento se habían registrado 1.392 evacuaciones en la provincia, y en zonas similares a las que ahora siguen sufriendo las consecuencias.

El número fue fluctuante; incluso , y como lo ilustra la foto de este artículo, en zonas como Alto Verde, distrito costero de Santa Fe, se vieron invadidas hace unos 20 días por el agua porque la creciente no se había ido y se acumularon las lluvias de febrero, aunque después escurrió. Y a dos meses de la crecida, hay miles de personas que no pueden volver a sus casas.