Eduardo Coudet es consciente de que están obligados a ponerse de pie ante Sarmiento tras el porrazo que se pegaron en Paraná, además para recuperar la punta que por ahora le arrebató Godoy Cruz. “No se me pasa por la cabeza otra cosa que no sea ganar”, aseveró el entrenador canalla con seriedad. Luego acotó con marcado énfasis que “siempre pienso en positivo y en que haremos un gran partido”. Luego hizo eje en que “la gente siempre nos da un plus, y este partido no será la excepción”.

   A la hora de la exigencia que tiene Central por recuperar la senda de la victoria tras haber pisado la banquina ante Patronato, el Chacho aseguró: “Todos los partidos estamos obligados a ganar. Siempre digo lo mismo, nos preparamos para ganar. Y ante eso no cambia nuestra forma y manera de trabajar y encarar los desafíos, pese a que tenemos respeto por todos los rivales”.

   En relación al desafío con Sarmiento, Coudet afirmó de manera escueta que “vamos a tratar de que los tres puntos queden acá”. Aunque al instante hizo referencia a un tema puntual que percibe desde su puesto de trabajo, y con una mirada muy particular. “Lo que veo abierto constantemente es que se obliga a ganar, y es así. Es con lo que convivimos y lo que nos gusta. Esta presión linda y de querer ser protagonista es el primer objetivo que nos propusimos cuando asumimos”, ponderó.

   “La vara está alta porque la pusimos alta nosotros. Jugamos para salir primeros. Más alto que eso no hay. No se puede salir recontra primero. La intención e ilusión es esa, jugar y ganar cada partido. Hay una idea de juego y no se pueden garantizar los resultados, pero el pensamiento no cambia”, detalló.

   Luego se detuvo en el torneo y lo que se está viendo. “Aún falta mucho para que termine. Se está viendo que el que se enracha (sic)sube mucho, además de que ante cualquier punto perdido por parte de otros, se mete en el pelotón de arriba. Por eso hay que tratar de sumar de a tres, pero sin ser extremistas”, sostuvo el DT auriazul.

   “No hay que ser extremistas porque está sucediendo que con la costumbre linda que tenemos de ganar un partido, ante un empate o una derrota como en Paraná se hace que sea casi catastrófica. Y en realidad estamos bien. Mientras crea y vea que el equipo está bien futbolísticamente, genere lo que debe hacer, no le voy a dar dramatismo a perder. Es lógico que me duele perder, pero no hay que ser tan extremistas. Sobre todo en el sentido de que mientras estemos arriba y dependamos de nosotros siempre va a ser bueno”, destacó el ex volante derecho.

   Cuando se le recordó que él supo convivir con la presión de ganar en su época, en la que defendía a un equipo grande como River, aseveró: “Sé que esta es una presión linda, me refiero a tener la obligación de ganar siempre. Más cuando tenés herramientas. Distinto sería si no le encontrara la vuelta al equipo o habría bajos rendimientos. Me gusta estar arriba sabiendo que es difícil pedirle al hincha que tenga paciencia”.

   Con respecto a la gente y lo que espera del plantel, sostuvo: “Somos un equipo que necesita que le tengan paciencia. Si se analiza a los demás conjuntos, se verá que hay varios que tienen la obligación de pelear el torneo, en la cual estamos incluidos por la necesidad de Central por lograr un título. Eso sí, somos los únicos que jugamos con una cantidad importante de jóvenes”, confió.

   “Los chicos del club son inimputables. Me gustaría que cuando entre Montoya reciba una ovación, si bien está claro que bajó su nivel, pero es un chico que no llega a 30 partidos en primera. Y eso al Chaqueño le vendría muy bien. Y así con otros, como pasó con Franco (Cervi) o Fernández, a quien hoy lo extrañamos porque es un gran jugador, pero hace seis meses la gente decía que era un paquetón”, resumió Coudet. “A este club lo sacan adelante los chicos porque son quienes le dan ingresos económicos y bancan realmente las exigencias”, remarcó con orgullo.

   Es factible que el Chacho no haya tenido en cuenta que la reacción de la gente quizá radique en que hace muchos años que el club no gana alguna competencia, independientemente de que jugó las dos últimas finales de la Copa Argentina y en ambas quedó en las puertas de la gloria.